el consumo energético y obteniendo un ahorro directo de costes. Por tanto, estamos ante dos cuestiones: por un lado una valorización de subproducto y, por otro, un ahorro de costes”, indica. En el caso de la almazara, añade, “es muy importante valorizar la leña de los olivos de los socios porque el ramón lo suelen picar”. “La leña, en muchos casos, supone un auténtico problema para determinadas ncas, pues bien, una alternativa es producir astillas, que es un excelente biocom- bustible siempre y cuando tenga unas características determinadas de tamaño y humedad (normalización)”, apostilla. Según su criterio, es fundamental que el almazarero conozca todas las posibilidades en el tratamiento de hueso, es decir, en la instalación de sistemas de tra- tamiento (secado y separación de pulpa y nos) para obtener un mayor valor añadido. En el caso de las orujeras, destaca el valor del orujillo, el cual actualmente presenta unos problemas de venta enormes y se debe tener en cuenta que la gran mayoría de las almazaras tienen sus parques de almacenamiento llenos. “Aquí la alternativa es valorizarlo para autoabastecerse energéticamente mediante una tecnología lla- mada gasi cación, la cual produce un gas, que una vez tratado, puede ser introducido en un grupo motogenerador para producir energía tér- mica y eléctrica”, apunta. Para el ingeniero y fundador de Bioliza, aún queda mucho por hacer en el aprovechamiento de éstos mal considerados residuos, siempre que se conviertan en soluciones técnicamente viables y, por tanto, renta- bles para la almazara. Cuenta que en el caso del hueso de aceituna sí se está separando actualmente del orujo y se está comercializando para nes térmicos en casi todas las almazaras. “Ahora bien, lo hacen de una manera muy elemental, tal cual sale del orujo, es decir, húmedo y con pulpa. Lo ideal es tratarlo para obtener un valor añadido superior y las inversiones que tendrían que acometer las almazaras para ellos serían muy razonables”, explica, para hablar de algunos proyectos desarrollados por el mismo en el que la inversión en el equipo, sin contar la obra civil que haya que realizar, es de unos 30.000 €. “Para hacerte una idea, el hueso 'sucio' o 'sin tratar' lo venden las coopera- tivas a unos 60 €/t y 'tratado' en el mercado está al doble”, resalta. En cuanto al resto de ingresos extra que se podrían obtener con estas prácticas, La Cal reconoce que el sector del aceite de oliva no suele valorizar más subproductos. El ramón suele picarse o quemarse y dejarse en el campo, algo que conlleva un coste de unos 70 euros por hectárea. “Por supuesto, mejor que quemar es, sin duda alguna”, apunta. Y continúa: “Con la leña, o bien la aprovechan para auto- consumo o la venden a precios muy baratos. En algunas ocasiones la queman junto con el ramón para deshacerse de ella directamente. Aquí, desde mi punto de vista, es donde más hay por hacer”. El resto de subproductos como el hojín “se suele regalar a los ganaderos para quitárselo de encima”, y las aguas residuales “las depositan en balsas para su evaporación. Quizás una alternativa sería la producción de compost mezclando orujo, hojín y estiércol de ganado, pero la Junta de Andalucía está poniendo alguna traba administrativa para ello, al considerar al orujo como un residuo cuando es destinado a compost, en lugar de como un subproducto. Esto alarga y complica mucho los trámites”, apostilla. En el caso de las orujeras, explica, todas utilizan parte del orujillo que producen para autoconsumo y venden los excedentes, que son muchos, a diferentes mercados, sobre todo generación eléctrica (plantas de biomasa). Antes también exportaban a Inglaterra e Italia. “Desde mi punto de vista, la solución pasa por valorizar ese orujillo en la propia extractora para sus propios consumos, térmicos y eléctrico. Otra alter- nativa podría ser los usos térmicos industriales (vapor, aceite térmico, etc.)”, concluye.• El caviar de aceite tiene buenas salidas en países como Australia. >>59 PRODUCTOS