58<< Es muy importante valorizar la leña de los olivos. Fernández Palomino cuenta cómo al comenzar con el proyecto de Oleotur Jaén hicieron visitas y mantuvieron reuniones con empresarios expertos en enoturismo, tanto de la Denominación de Origen La Rioja como de Rivera del Duero. “Salvando las distancias, sabemos que es un sector que tiene aún muchas posibilidades, que puede seguir gene- rando riqueza a la provincia y que se ha convertido en un atractivo enorme para el turismo”, matiza. Son experiencias rentables y, a pesar de que actualmente no existen informes económicos que demuestren con números qué bene cios generan de media las almazaras visita- bles, lo cierto es que tanto los empresarios del que ya incluyen en sus instalaciones el oleturismo, como los responsables políticos, coinciden en señalar que estas visitas a las almazaras generan delidad y pro- moción, algo muy importante para mantener las ventas de aceite de oliva asociadas a la salud y al bienestar. Para hacer que una almazara sea visitable y atractiva para el turista hacen falta no pocas inversiones. Desde hace dos años, la Diputación Provincial cuenta con una línea directa de ayudas destinadas a este n que tiene presupuestada una partida de 200.000 euros. Financian obras de adaptación, proyectos de promoción, nuevas tecnologías u otro tipo de gastos con el n de que la fábrica de aceite se pueda visitar y contribuya como un atractivo más al turismo de la provincia. Además, desde Oleotur Jaén se ofrece un asesoramiento personalizado a cada uno de los interesados en formar parte del proyecto. “A nadie se le obliga a tener el distintivo, pero una vez que se le explica cómo hacerlo y se pone en marcha, vigilamos muy de cerca la calidad. Preferimos ir paso a paso, pero manteniendo los estándares de calidad para que los visitantes no se frustren”, matiza el diputado. “Contamos con un ser- vicio externo de auditoría para que mantenga estos estándares, ya que es fundamental hacer las cosas bien hechas y ser muy claros en los requerimientos de calidad”, insiste. Para Antonio Fernández Quirós, de Hacienda el Palo, la ayuda de la Diputación es fundamental a la hora de saber cómo es el mejor modo de hacer la almazara visitable como el mismo ha podido comprobar en sus propias isntalaciones. Al margen de esta línea de ayudas, Carmen Morillo, muestra su queja sobre la lentitud e los trámites necesarios para proyectos de oleotu- rismo. Su empresa tiene en marcha un proyecto para reconvertir parte de una fábrica de orujo en Baeza en una almazara visitable, pero los trámites se eternizan. “Tenemos un proyecto muy bonito con un jar- dín en el que se muestran más de cincuenta variedades de olivo, un Museo, tienda... todo para que el turista disfrute al máximo de su experiencia con el aceite de oliva”, apunta. “Es muy importante que el visitante no sólo vea piedras, sino que conozca y se meta de lleno en la cultura olivarera, sepa cómo se produce esta joya que es el aceite de oliva y difunda su experiencia por todo el mundo”, añade. Oleícola Jaén es un ejemplo de cómo, aparte de la fabricación de aceite de oliva, una empresa del sector puede explotar el olivar y todo lo que él conlleva de diferentes formas. Además de los productos derivados y el proyecto de oleoturismo, la marca se dedica a tratar los subproductos del olivar como el alpeorujo y el hueso, que seca y se vende para las calderas, privadas o de centros públicos como hospitales, ayutamien- tos... “El hueso tiene un poder calorí co extraordinario y muy buena venta”, indica Morillo, cuya empresa comercializó el año pasado seis millones de kilos de hueso. En cuanto al alpeorujo, se utiliza para fabricar el que es conocido como “el segundo mejor aceite del mundo”, el aceite de orujo de oliva. “¿Que si es rentable para una almazara tratar el alpeorujo? Piensa que el año pasado se vendió hasta a dos euros por kilo”, ejempli ca Morillo. El valor de los subproductos como energía Uno de los máximos expertos en cómo obtener ingresos extra en la almazara con estos subproductos es José Antonio La Cal, ingeniero industrial y profesor de la Universidad de Jaén. El pasado 9 de noviem- bre presentó su libro “Valorización energética de subproductos del olivar y sus industrias de transformación”, un documento en el que enseña cómo obtener la máxima rentabilidad de todo lo que sobra en la extracción del aceite de oliva, algo que cada día pone en marcha con los proyectos reales en almazaras que realiza a través de la empresa de la que es socio y fundador, Bioliza. “Es muy importante que los responsables de la almazara sepan vincular el consumo energético que tienen en su industria, y por tanto el coste, que suele ser ele- vado, con la posibilidad de valorizar los subproductos que generan para que sean aprovechados en la propia industria, reduciendo así PRODUCTOS