Afortunadamente, el concepto de calidad cada vez nos va inun- solo es en Jaén, en la mayor parte de las zonas productoras de otras dando más, y, además, como me gusta repetir, sin obsesionarnos, integrándolo cada vez más en lo que ya hemos llamado nuestro plan de negocio para nuestra almazara. Seguro que la calidad es una apuesta de futuro, pero irá llegando a su ritmo. Es muy esperanzador que cada vez se mire menos al mercado, es decir, a los precios, y se vayan dando pasos para mejorarla por el convencimiento de que en la calidad está el futuro. En artículos anteriores nos hemos referido a la amplitud del concepto calidad, en el que caben muchos factores, no sólo los puramente técni- cos. Debemos saber qué le interesa al consumidor y dirigirnos siguiendo ese camino, y no empeñarnos en que se ha de consumir un determi- nado tipo de AOV. Hemos de estar atentos a las nuevas tendencias de consumo, casi generales para la mayor parte de los alimentos, y que de una forma muy general conjugan varios factores: calidad, seguridad alimentaria, salud y ausencia de fraude. En no pocos mercados, los argumentos ‘saludables’ pesan más que los ‘organolépticos’. Siendo honestos en estos requisitos, seguro que con el tiempo iremos ganando adictos a nuestros AOV. Ya estamos observando que no resulta fácil, que in uyen muchos factores difíciles de gobernar, y quizás uno de los más importantes sea la gran oscilación y volatilidad de los precios, pero seguro que también ese lo terminaremos controlando. Es un enorme placer comprobar la riqueza y gran variedad de AOVE lla- mados ‘Tempranos, Premium o Verdes’ que el n de semana del 18 y 19 de noviembre pudimos disfrutar en la ciudad de Linares (Jaén). Estas muestras deben enorgullocernos, estemos o no en ellas, porque transmi- ten con fuerza que en Jaén, con nuestra Picual, también podemos ocupar los primeros puestos en los certámenes mundiales más exigentes. Y no provincias y regiones existen exposiciones similares. Resulta sorpren- dente lo que está cambiando el panorama general, y sobre todo, la grata sorpresa para los visitantes, consumidores o no, al degustar esos AOVE de alta gama. Pero ojo, de momento son solo una parte muy pequeña de nuestra producción, y aunque nos marquen un camino, hoy debemos defender el concepto de calidad en todo lo que producimos. Con esta breve introducción nos hemos metido en el meollo del que debería ser nuestro objetivo para la nueva campaña: mejorar en la obtención de AOV de calidad, sin más. No quiero que se interprete como un objetivo que con ello sólo se mire hacia la obtención de extras. Tenemos varias categorías, todas necesarias, y en todas podemos mejorar, y por muy bien que lo hagamos, el extra será todavía sólo una parte de lo que producimos, que en el mejor de los casos, salvo honrosas excepciones, apenas llega a un 40% de nuestra producción. ¿Qué factores deberían preocuparnos para mejorar la calidad? • La calidad de la aceituna en el campo: sin un fruto de calidad, lo demás sobra. Se puede hacer mucho en este punto desde una cooperativa y/o almazara, pero lo más inminente y fácil de com- prender es la educación de nuestros productores en la preservación del buen estado sanitario del fruto. Habrá acontecimientos que no podremos manejar, como pueden ser las condiciones climatológicas adversas (heladas tempranas, sequías o lluvias a destiempo), pero aún así nuestra vocación por la calidad nos permitirá gestionarlas de la mejor manera posible. Quizás nos impidan las obtención de grandes extras, pero, como ya se ha dicho, también existe la calidad en las otras categorías. Linares acogió con éxito la IV Fiesta del Primer Aceite de Jaén. >>31 ANÁLISIS