En profundidad Fue un acto familiar y multitudinario. Familiar, por la presencia de la familia Pieralisi y de sus clientes españoles, una gran familia que ya se ha convertido en multitud. A la familia Pieralisi, además de la multitud de fieles clientes de la compa- ñía, la acompañaron también los presidentes y miembros de las juntas directivas de la gran mayoría de almazaras de Jaén, y del resto de Andalucía y parte de España. Así como el alcalde del municipio de Bailén, Luis Mariano Camacho; la delegada del Gobierno en Jaén, Ana Cobo; el delegado de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Juan Balbín y el diputado de Agricultura de la Diputación Provincial de Jaén, Pedro Bruno. No en vano, desde que la primera fábrica de Pieralisi se inagurara en Zaragoza, el 14 de octubre de 1966, los italianos han logrado hacerse con la mayor cartera de clientes del país en el sector del aceite de oliva. Actualmente hay en España 1.390 almazaras que funcionan gracias a la maquinaria de Pieralisi. Son 1.690 los decánteres de aceite de la marca instalados en el país, una cifra que supone el 46% de todos los decánteres que hay en España y que dista de largo con la segunda marca de la competencia, que cuenta con el 16%. Desde sus primeras instalaciones en nuestro país, han sabido ganarse la confianza de un sector que permanece fiel a la empresa desde hace medio siglo. Hasta llegar a lo que hoy es Pieralisi, se ha dejado atrás un largo camino de trabajo y apuesta por la innovación. Así lo recordó el presidente del grupo, Gennaro Pieralisi, durante el emotivo discurso que pronunció en la celebración de su aniversario español. “Todo comenzó cuando vine en coche desde Italia a vender maquinaria a España a los 16 años”, dijo. “Tuve que pasar por San Sebastián para llegar hasta Madrid porque era el mejor acceso”, explicó en su denominada “lengua Pieralisi”, un español con marcado acento italiano con el que, desde hace décadas, se hace entender a la perfección “por teléfono y sin poder gesticular”, añadió entre bromas. De ésta y otras de las primeras visitas a España, el presidente no olvida el “fuerte olor” de la aceituna y el aceite. “No se empezaba a recoger hasta enero. Se amontonaban miles de toneladas fuera de la almazara y las fábricas estaban trabajando hasta junio”, dijo. “Prácticamente todo lo que se producía era el lampante y no había costumbre de consumir el virgen extra”. Mucho ha llovido desde entonces. “Ahora se produce con una calidad excelente y con una higiene extraordinaria”, apuntó Gennaro Pieralisi. “España es actualmente la dueña del aceite del mundo”, recalcó. En todo ello, Pieralisi ha acompañado de cerca a los productores españoles. Fue el primero en introducir la instalación continua en almazaras y cooperativas “Instalación Pieralisi, como se le conocía comúnmente”, apostilló el presidente del grupo. Empezaron a producir maquinaria clásica, prensas, rememoró el ingeniero. Con la colaboración del Instituto de la Grasa, siguieron trabajando y comenzaron a introducir otras formas de producción, como el separador. Eran tiempos en que todo el aceite se producía por decánter. “Después, montamos nues- tra primera fábrica en Zaragoza, tras asociarnos con la familia Sánchez, muy buenos amigos a pesar de que ya no sean socios”, Primera fábrica de Pieralisi en España (Zaragoza, octubre de 1966). 57