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OLIVAR 64 del ciclo vegetativo y reproductivo del olivo existen algunos periodos especialmente críticos a la hora de garantizar la producción (tabla 1). Así, es crucial que el olivo no padezca estrés hídrico desde la salida invernal hasta que se haya formado la mayoría de células en el fruto, hecho que ocurre a final del mes de junio (endurecimiento del hueso). Si esto ocurre se verán afectados en mayor o menor medida el crecimiento de brotes, la floración y el cuajado (tabla 1), y existen evidencias de algunos años con inviernos y/o primaveras excesivamente secas. En este caso, y si además se dispone de suelo un con escasa capacidad de almacenamiento de agua, es muy importante un aporte de agua de riego hasta el endurecimiento del hueso, ya que el estrés hídrico podría afectar negativamente al desarrollo de yemas, floración, cuajado, etc, así como al crecimiento vegetativo, por lo cual influiría también en la cosecha del año siguiente. Una vez que se ha formado el fruto y se inicia la lipogénesis, el estrés hídrico afecta a la planta produciendo un cierre estómático que influye en el intercambio gaseoso, reduciendo la tasa de fotosíntesis y, por tanto, la capacidad de formación de aceite (Lavee, 1991), así como un ralentizamiento en el crecimiento del fruto. La base del riego deficitario consiste en reducir el aporte de agua en este periodo, antes que comience la fase de biosíntesis acelerada, de manera que se pueda optimizar el uso del agua. No obstante, hay que dejar claro que la falta de agua en esta época del año (verano) provoca una reducción en el tamaño final del fruto, y dependiendo del grado de estrés y de la duración del mismo, una tasa de formación de aceite más baja, lo que se traduce una pérdida de producción final. Otoño es un periodo de gran actividad lipogénica (formación de aceite) y de desarrollo del fruto (tamaño) y es generalmente en nuestras condiciones de clima mediterráneo, donde las lluvias otoñales pueden llegar con retraso, el periodo más sensible al estrés hídrico. En esta época es fundamental cubrir las necesidades de agua del cultivo mediante el riego en el caso que la lluvia sea insuficiente, con el fin de obtener la mayor cantidad de aceite posible. Nuestras recomendaciones de riego deficitario siempre consideran este periodo como el más importante cuando el destino es la producción de aceite. ¿CÓMO AFECTA EL ESTRÉS HÍDRICO? RESULTADOS DE UN ENSAYO DE DOSIS DE RIEGO Para ver la influencia del estrés hídrico en el crecimiento del fruto y la formación de aceite se presentan los resultados de un ensayo realizado en la campaña 2016 donde se comparan estrategias de riego deficitario con un tratamiento de secano y otro que recibe el aporte de agua para cubrir las necesidades hídricas del cultivo. El trabajo se llevó a cabo en un olivar adulto de la variedad Manzanilla de Sevilla, con un marco de plantación de 7 x 3,5 m (408 ol/ha), situado en la finca La Reina de Santa Cruz, perFigura 1. Evolución del contenido de aceite expresado en porcentaje sobre el total conseguido a final de campaña. MES Oct15 (mm) Nov15 (mm) Dic15 (mm) Ene16 (mm) Feb16 (mm) Mar16 (mm) Abr16 (mm) May16 (mm) Jun16 (mm) Jul16 (mm) Ago16 (mm) Sep16 (mm) Oct16 (mm) Total Oct15Sep16 JunOct16 ETc 66 43 36 34 41 55 62 81 118 133 121 95 71 885 517 Pef 75 56 14 54 40 29 94 82 9 0 0 0 82 453 9 Diferencia -9 -13 22 -20 1 24 -32 -1 109 133 121 95 -9 432 508 Tabla 2. Evapotranspiración del cultivo y precipitación efectiva, calculadas a partir de la estación meteorológica de Córdoba, aplicando las condiciones propias de la plantación, en el periodo octubre de 2015 a octubre de 2016. 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1-jul. 28-jul. 25-ago. 22-sep. 10-nov. 10-dic. 15-ene. % Aceite sobre el total

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