IA28 - Tecnología y equipos para Almazaras

CALIDAD 27 se observa una incidencia similar a las encontradas para las variedades Españolas (Tabla 1). Con esta diferente sensibilidad e impacto en la calidad del aceite, el perder un poco de aceite por una recolección temprana sería más deseable que la pérdida de la categoría comercial y la calidad total del aceite a obtener, además de suponer un riesgo para el resto de las producciones en la misma almazara. 2. Prácticas culturales: la fertilización, el marco de plantación, la poda, un control químico eficiente (son pocas las materias activas y cada vez menos efectivas), la contaminación cruzada por la mecanización del olivar, etc., afectarán al desarrollo y propagación de la enfermedad. La mejor forma de evitar graves daños económicos por la enfermedad pasaría por fomentar la recolección temprana. 3. Estado de madurez: el ciclo de la enfermedad comienza con la infección de inflorescencias y frutos en desarrollo a través de conidias durante la primavera-verano (Romero et al., 2022). Las infecciones en los frutos en desarrollo permanecen latentes hasta las lluvias otoñales y reducción de la temperatura, la cual suele tener lugar con los frutos maduros. No obstante, en frutos 'tempranos' el hongo está en latencia y podría ya provocar ligeros efectos negativos en los parámetros fisicoquímicos, aunque no consecuentemente la pérdida de la categoría comercial. 4. La especie de Colletotrichum: Peres et al. (2021) observaron como más virulenta la especie C. nymphaeae para Galega y Cobraçosa, mientras que C. Godetiae fue menos virulenta para Cobrançosa frente a Galega. La identificación de la especie es compleja pues realmente tanto C. acutatum como C gloeosporioides y C. boninnse son considerados un mismo 'complejo' de varias especies, concretamente de 6, 2 y 3 especies respectivamente. Esta enfermedad está afectando en gran intensidad a olivar en marco superintensivo de Portugal y Extremadura, 'explotando' el problema en la almazara cuando se obtienen aceites de alta acidez ante la dificultad de la detección en la recolección por equipos cabalgantes, echo agravado por lo comentado anteriormente, solo una afección de un 3% de la producción provoca en algunas variedades la pérdida de la categoría comercial. Para poder identificar potenciales problemas se puede emplear un sistema fácil y económico en las almazaras. Como se muestra en la Figura 1, con una simple medida de pH se puede identificar lotes que van a generar aceites de alta acidez. El pH de la aceituna arbequina suele estar en torno a valores de 5,05,2 (más bajo en estado tempranos y mayores a final de campaña); otras variedades de aceitunas, sanas, poseen pH inferiores, en torno a 4,7-4,9. Valores por encima de 5,4 ya sería indicativo de crecimiento de microrganismos y, por ende, riesgo de deterioro de la calidad seguro. Por tanto, una simple medida del pH de la pasta de aceituna triturada serviría para evitar graves problemas en la bodega. VARIEDAD INTENSIDAD DE LA INFECCIÓN 0-25% INTENSIDAD DE LA INFECCIÓN 50-100% INTENSIDAD DE LA INFECCIÓN 100% REFERENCIA Arbequina 13% 7% 2,6% Romero et al. (2022) Picual 29,9% Hojiblanca 26,5% Frantoio 50% 4% Leoni et al. (2018) Sinopolese 20% Ianotta et al. (1999) Tabla 1. Porcentaje referenciado por diferentes investigaciones de la cantidad de frutos infectados en diferente grado por Colletotrichum sp. que causaría la pérdida de la categoría 'Virgen Extra' del aceite resultante. Figura 1. Relación entre pH de la pasta de aceituna y acidez final del aceite proveniente de aceitunas afectada por hongos Colletotrichum en diferente grado a aceituna Arbequina.

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