SUBPRODUCTOS 46 orujillo, hidroxitirosol...), pues le otorga numerosas y diferentes salidas a las casi 100 mil toneladas de alpeorujo que procesa anual- mente. José Calama, gerente de Troil, afirmó que el sector oleícola tendrá que pagar por la gestión de los subproductos pues la via- bilidad de las orujeras con un orujo deshuesado, con menos de un 1,6% de contenido graso sobre húmedo y una elevadísima humedad es inviable, sobre todo cuando se alcancen, según sus cálculos, las 550.000-580.000 t de alpeorujo en Extremadura, cifra aún mayor que la citada anteriormente. Además, cifró en 410.000 t la capa- cidad máxima de procesado anual con las 6 plantas con actividad en la comunidad autónoma. Entre las opciones que aporta José Calama está la de “volver” a un sistema de tres fases en las que las almazaras sean las que gestionaran su alpechín transformado en un nutriente líquido tal y como hace Troil a día de hoy. Ello ahorraría en Extremadura 10.000 viajes de camiones, reduciéndose las emisio- nes contaminantes, deterioro de las carreteras, etc. El alpechín bien gestionado podría aportar 250.000 t de abono que aportaría 3.000 t de K2O y 25-30 mil toneladas de materia orgánica al suelo, elemen- tos todos que escasean en los suelos agrícolas; es más, con 250.000 t. de alpechín se podría dar riego de apoyo a unas 500 ha de olivar. Una de las vías de aprovechamiento del alpeorujo es la transfor- mación a compost actividad que en Extremadura es liderada por Complus, la cual según explica su gerente Sebastián Trinidad, pre- tende devolver la materia orgánica y parte de los nutrientes que la aceituna ha extraído del olivo. El compost final puede llegar a con- tener el 55% de su composición del alpeorujo, además de necesitar agua de procesos para la preparación del producto final. Sebastián Trinidad puedo en valor que el mundo del compost de alpeorujo también innova, mediante mejoras en su aporte al campo mediante su peletización lo que le permite su aplicación con las abonadoras habituales así como el desarrollo de un “té de compost” que mejora- ría la capacidad de defensa del olivo sobre todo contra hongos. Como ejemplo de la gestión “clásica” (pero moderna) de los alpeo- rujo participó Juan Ramón Zárate, gerente del Consorcio Oleícola Extremeño S.L., empresa ligada al grupo FJ Sánchez. Esta industria situada en Mérida separa del alpeorujo el agua, el aceite de orujo y las biomasas, teniendo una capacidad de gestionar actualmente 120.000 t al año y secar 500 t al día. Sin embargo en la actualidad tiene limitada su capacidad de trabajo a determinados meses al año, la cual, si no existiera, podría gestionar el crecimiento de alpeorujo que se espera en los próximos años. Juan Ramón Zárate destacó que mientras se subvencionan y se dan ayudas a nuevas plantaciones y a almazaras, no se piensa en la gestión de los residuos, incluso no se favorecen nuevos proyectos. A día de hoy, la limitación actual está en el secado más que por la extracción por disolvente, limitado por las emisiones, renovaciones de la autorización ambiental, las cuales, una vez resueltas, incrementará la capacidad de la empresa. Finalmente también se quiso remarcar que el alpeorujo no es el residuo donde echar todas las aguas de las almazaras, y que tanto almazaras como orujeras deben poder gestionar mejor cada una sus subproductos. La jornada cerró con una interesante mesa redonda donde se puso en relieve que tanto el sector de los aceites de oliva como el de extractoras deben ir juntas de la mano, desarrollar acuerdos esta- bles en el tiempo que permita cooperar de forma satisfactoria para ambas partes tanto en momentos de precios de mercado buenos o malos como los actuales. La mesa redonda también sirvió para poner en valor las acciones promocionales de ANEO, sobre todo las encaminadas a poner el valor del Aceite de Orujo de Oliva en la cocina, como por ejemplo la fritura frente a otras grasas de semilla, así como los beneficios para la salud que nos puede aportar por su composición rica en ácido oleico y presencia de un elevado conjunto de componentes menores que también hacen muy recomendable su consumo. Como conclusión final se puede afirmar que poco se ha tenido en cuenta que el fuerte incremento de producción de aceites de oliva lleva consigo una necesidad de gestionar sus residuos, ges- tión que cada día es menos rentable y más limitada en emisiones. En Extremadura han aumentado en 19 almazaras en las últimas 8 campañas, pero solo ha aparecido una gestora de dichos subpro- ductos en dicho periodo, siendo necesario que las administraciones públicas catalicen soluciones para evitar un colapso futuro en el sector, aspecto que perjudicará tanto al sector productor como a las orujeras.•