SALUD que las familias con niños pequeños consumen menos aceite de oliva. Por otra parte, la UE es la mayor consumidora de aceite de oliva, aunque en EEUU se está aumentando de forma significativa. La experta se preguntó qué es el aceite de oliva. “Es grasa, ácido oleico en un 98%. El otro 2% son compuestos minoritarios que le dan propiedades. Cada gramo de aceite tiene 9 calorías”, describió. Y añadió: “Hay que buscar equilibrio calorías y beneficios”. El aceite de oliva, indicó la doctora, es rico en grasas no saturadas, pero, ¿todas las variedades de aceite tienen la misma proporción? El que más ácido oleico monoinsaturado tiene es el picual, con un 78,4%. El aceite de variedad arbequina contiene un 66%. Y otras como el de blanqueta aportan un 56,9. “Si lo comparamos con otras grasas vegeta- les, encontramos que el aceite de colza tiene un 63% de grasas monoinsaturadas, pero aporta un 1,8% de grasas trans. El girasol presenta un 45 % de grasas monoinsaturadas. Otros aceites que están actualmente de moda, como el de coco, está compuesto por un 80% de grasa satu- rada, que no es saludable cardiovascularmente. Más incluso que el aceite de palma. El aceite de soja también tiene grasas trans”. ¿Por qué entonces es bueno el aceite de oliva? La doctora aclaró que las grasas monoinsaturadas disminuyen el colesterol malo y aumen- tan el bueno. Las grasas poliinsaturadas con omega 3 y omega 6 son beneficiosas para la salud, pero ya están en aceite y en dieta mediterránea, por lo que con una alimentación correcta no haría falta tomarlas suplementariamente. “Las grasas saturadas, por el contrario, aumentan el colesterol y los efectos trombogénicos y se relacionan con problemas cardiovasculares o ictus. Los trans proce- den de procesos industriales de hidrogenación, aumentan colesterol malo y disminuyen el bueno”, reflexionó. El aceite de oliva, tal y como indicó, mejora el colesterol, es antioxidante, antitrombótico y anti- inflamatorio. “Parece un anuncio, lo tiene todo”, bromeó. Recordó que el estudio Predimed demostró que la dieta mediterránea, en pocos meses, mejora los datos de enfermedades cardiovasculares, con un 30% menos. “Lograba reducir un 33% los ictus, un 20% los infartos, un 31% de mortalidad de otros accidentes cardiovascula- res y un 18% mortalidad total. Hay un beneficio claro y demostrado. Según diversas sociedades médicas y estudios, es el único alimento que se considera capaz de prevenir enfermedades cardiovasculares es el aceite de oliva”, concluyó. Pedro Sánchez Rovira, director de la UGC de Oncología del Complejo Hospitalario de Jaén, destacó por su parte que el cán- cer de mama en España está en 36.000 casos nuevos por 100.000 habitantes y año, según datos del año 2000. En Finlandia están en 62.000, en Dinamarca en 66.000. Según el experto, el estilo de vida y la dieta tienen impacto en la enfermedad, porque genéticamente “no somos distintos”. Curiosamente también hay diferencia con Italia (54), donde ha cambiado más el estilo de vida que en España, lo que refuerza esta misma idea y abunda en la importancia de mante- ner la dieta y los estilos de vida saludables. “Con datos de 2017 se aprecian más casos de cáncer de mama por envejecimiento, tabaco... pero hay un porcentaje de en torno al 25% 71 que tiene que ver con la dieta y el estilo de vida”, dijo. “Hay aumento de incidencia en cáncer de mama, aunque la mortalidad disminuye porque hay mejores medios para el tratamiento que están consi- guiendo curar a muchos pacientes, a pesar de que hay más casos. Los datos demuestran que la incidencia prevista para 2020 se está ya superando”, añadió Con el cáncer de mama ocurre como con el cáncer de pulmón, cuya incidencia tiene diferencias importantes en función de las zonas geográficas de España que se analicen, según el experto. Más aún. Incluso dentro de una región como Andalucía hay diferencias. “Las provincias occidentales, en un mapa por colores, se ven más en rojo, con más incidencia de cáncer de mama. La parte oriental, donde más aceite de oliva se consume, aparece en los mapas más verde, con menos incidencia. Y Jaén está muy verde. Si comparamos Huelva con Jaén, en 2012 encontramos que en la ciudad de Jaén se detecta- ron 240 y en Huelva 360. Aquí no cabe hablar de factores genéticos ni de otro tipo que no sean de dieta y estilo de vida”, insistió. Sánchez Rovira explicó que Predimed cuenta con un subestudio de cáncer de mama, y también la incidencia de esta patología en die- tas suplementadas con aceite de oliva es menor. Para el experto, lo que ocurre es que “teníamos una de las mejores dietas. Aunque actualmente no vamos por buen camino”. Expuso que las estadísti- cas demuestran un descenso del consumo de cereales, hortalizas, legumbres .... Y de aceite de oliva también. Por el contrario, los datos económicos apuntan a una mayor importación de palma y a más consumo de calorías. “No podemos mejorar si el consumidor no reconoce que hay un problema”, sentenció. Sergio Garrido Jiménez, psicooncólogo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), señaló que desde la psicología también se analiza cómo comemos, en busca de un estilo de vida más saludable. “Hay que tener en cuenta además que hay una variable económica que da acceso a un tipo de alimento. Y también hay que considerar la historia previa individual, los alimentos que nos ponían encasa cuando éramos pequeños, los que más nos gustan ...”, comenzó. Y continuó: “También tenemos modelos: padres que comen bien dejan un legado de salud más importante a sus hijos.