REPORTAJE Los años entre 2014 y 2016 no fueron fáciles para Hiller. “Somos la empresa más pequeña en comparación con nuestros grandes competidores. Hay otras pequeñas empresas que tienen máquinas relativamente buenas en algunos segmentos, pero ninguna de ellas ha trabajado en el know-how durante décadas como Hiller”, afirma el nuevo direc- tor técnico de Hiller, que fue adquirido el año pasado por Ferrum, el principal grupo suizo de tecnología de conservas. ¿Fue complicado a nivel personal tomar la decisión de traspasar la empresa que fundó su padre hace más de 45 años? Por supuesto que no fue fácil. Somos la empresa más pequeña en comparación con nuestros grandes competidores. A diferencia de muchas otras empresas, nuestros decantadores no se fabrican en países con salarios bajos, por lo que Hiller es un concepto com- pletamente diferente. Mi padre comenzó en Flottweg, se inició en el negocio por su cuenta en 1971 y luego comenzó a desarrollar las máquinas. La historia que hay detrás nos permitió sumergir- nos en nuevos segmentos. Nuestros competidores son todos de mayor tamaño, incluso más antiguos que Hiller, y operan en varios sectores. Con más de 4.000 aplicaciones para centrífugas decantadoras, no se puede ser un jugador más, hay que ser el mejor. Por eso elegi- mos industrias completamente independientes entre sí, como el aceite de oliva y el aceite mineral, las aguas residuales municipa- les e industriales, los zumos de frutas y el vino, las aplicaciones de almidón y la minería. Todo clasificado en diversas áreas de gran tamaño. ¿Qué pasó en 2016? Como se ha descrito anteriormente, estamos activos en varias áreas importantes y éstas se comportaron débilmente en 2016, excepto en el caso del aceite de oliva. Esto reforzó nuestra deci- sión de posicionarnos más ampliamente en el mercado global y en las aplicaciones individuales. 53 Georg Hiller mira ahora con ilusión a la nueva etapa que acaba de comenzar la empresa bajo el paraguas del Grupo Ferrum. Es de mala suerte que las cinco industrias, excepto la del aceite de oliva, se comportasen tan mal. Por supuesto, la situación era más fácil para los competidores más grandes con una base más amplia y más aplicaciones para sus decantadores. En 2009, Hiller pudo navegar a través de la crisis económica mundial a través de sus reservas de capital. Esto no fue posible en 2016 debido a las gran- des inversiones realizadas anteriormente. 2012 fue uno de los mejores años en la historia de Hiller, pero ya en 2014 notamos un descenso significativo en nuestros mercados, que luego empeoró aún más en 2016. 2017 fue otro año comparativamente bueno, ya que algunos mercados se habían recuperado significativamente, Instalación completa realizada junto a Centrifugación Alemana, el socio que ha convertido a Hiller en una referencia en el sector del aceite de oliva.