Interior de tubería de masa. 34 Procedimientos de trabajo Además de tener una instalaciones adaptadas y una maquinaria diseñada para facilitar la limpieza, un requisito imprescindible es disponer de unas pautas y protocolos de trabajo racionales para llevar a cabo las tareas de limpieza con la frecuencia y profundidad adecuadas. Es evidente que una limpieza integral y a fondo de toda la maqui- naria requiere una parada total de la fábrica, situación que sólo se da cuando se suceden varios días de lluvia, o al final de campaña. Esta limpieza (y mantenimiento) es absolutamente necesaria, pero no es suficiente. Durante los periodos de ritmo normal de trabajo en campaña es necesario tener diseñados unos procedimientos y pautas de trabajo que permitan una limpieza de los elementos más ‘conflictivos’ con la frecuencia necesaria, y sin que ésto suponga una parada en la producción. Durante el ritmo normal de trabajo se producen situaciones en las que una máquina concreta está parada durante unos minutos. Si se dispone de los medios adecuados (diseño y medios técnicos y huma- nos) esa parada en suficiente para realizar una limpieza interior de esa máquina sin que se ralentice el ritmo normal de trabajo. Esta situación de parada de producción se produce a diario en la zona del patio cuando finaliza la entrada de aceituna, por lo que se puede limpiar sin ninguna limitación de tiempo. En la zona de mol- turación estas situaciones son más puntuales y pasajeras, pero si se dispone de los medios y protocolos adecuados se pueden aprove- char para una limpieza parcial. Las circunstancias que pueden propiciar una limpieza parcial pue- den ser la finalización de un lote de producción (tolva de aceituna) o una parada/avería transitoria de un elemento del proceso. Estas circunstancias se dan con cierta frecuencia, y se pueden aprovechar si previamente se han desarrollado los medios y procedimientos necesarios. En otras ocasiones el ritmo de trabajo es más pausado, lo que permite realizar paradas de producción en las que acometer las tareas de limpieza necesarias. Otra alternativa en incluir las etapas de limpieza como una etapa más del proceso productivo. Éste es, a nuestro juicio, el plantea- miento más adecuado. Esta forma de trabajar, incorporando las tareas de limpieza periódica como una etapa operación más del proceso productivo, puede parecer 'teórica' en muchos casos, pero es una práctica habitual en numerosas Almazaras. Más adelante se volverá sobre este tema. Elementos auxiliares de limpieza Como se ha comprobado a lo largo de este análisis sobre las con- diciones que se deben dar para poder realizar una limpieza eficaz de la maquinaria de extracción, a menudo son muchos los factores limitantes que dificultan esta tarea: estructura de las instalaciones, diseño de la maquinaria, accesibilidad de ésta, tiempo necesario para la limpieza, etc. Por todo ello es conveniente disponer de unos medios técnicos que per- mitan llevar a cabo estas actuaciones de forma eficaz. En algunos casos estos medios son imprescindibles; pensemos en los casos anterior- mente citados de maseros, batidoras o depósitos pulmón inaccesibles. En la situación actual lo normal será llevar a cabo las tareas de limpieza de forma manual. Con una manguera de agua a presión o una hidrolimpiadora se puede limpiar interiormente cualquier elemento, al menos en sus zonas accesibles. Sin embargo esta alternativa puede no ser la forma más eficaz y eficiente de limpiar la maquinaria, ya que requiere la participación del personal de fábrica y puede suponer un consumo de agua y tiempo de trabajo incontrolado, quedando el resultado de esta tarea a expensas de la dedicación del operario. Recientemente se han desarrollado sistemas de limpieza interior de la maquinaria que permiten realizar ésta de forma sencilla, cómoda, rápida y eficaz. Esta alternativa consiste en instalar en el interior de la maquinaria unos elementos de limpieza (boquillas de agua a presión) con un diseño, número y ubicación adecuadas para una limpieza integral y efectiva de la máquina. Estas boquillas son alimentadas con un sistema de agua a presión (fría o caliente), siendo el control de funcionamiento manual o (semi)automático. Dependiendo de la máquina concreta a limpiar también se requiere un elemento para la gestión de las aguas de lavado. Así, para limpiar una determinada máquina simplemente es necesario aportar agua a presión a sus elementos de limpieza interior durante un tiempo determinado y con las condiciones de presión adecuadas (que pueden variar). El control de esta operación se puede realizar de forma manual (abriendo/cerrando una(s) llave(s) de paso) o de forma más eficaz con un sencillo sistema de control automatizado. El control manual de los sistemas de limpieza puede no ser la opción más eficaz, ya que requiere la intervención humana para los accio- namientos de las válvulas de entrada y salida de aguas, y obliga al operario a esperar a pie de máquina mientras se realiza la limpieza (ya que ésta requiere un tiempo de trabajo corto). Si se ha de limpiar una serie de elementos (por ejemplo, unas líneas de sucesivos sin- fines de aceituna) se requiere un tiempo de atención del operario importante, tiempo durante el cual este operario sólo está espe- rando a que se realice la limpieza. Sin embargo, el control automático del sistema de limpieza per- mite optimizar estas tareas, que la limpieza de una determinada HIGIENE