12 Juan Lara Moreno, Gerente (Aceites de Oliva del Sur, S.A) y experto en cata Debe haber un plan, síosí TRIBUNA DE OPINIÓN Atrás quedan las sombras oscuras que en algún momento puntual de la historia marcaron la reputación de un sector cuyo creciente potencial es una realidad, como también lo es, la falta de clarificación de conceptos, términos y definiciones que permitan al consumidor identificar, sin lugar a dudas, el pro- ducto adecuado que satisfaga sus necesidades. El sector oleícola, con su producto estrella al frente, el Aceite de Oliva Virgen Extra, precisa de herramientas conceptuales que serían más que necesarias para poder transmitir de forma efec- tiva las diferentes opciones de las que el consumidor dispone. Actualmente aglutinadas sobre una misma clasificación que difi- culta la diferenciación en este sentido, esto dota a la variable precio de una importancia fundamental en la decisión de compra, mer- mando toda posibilidad de percepción del valor añadido intrínseco al producto vertebrador de la dieta mediterránea y encajando, casi a la perfección, en la definición de commodity. Las estrategias de comercialización de la gran distribución han tratado de forma despiadada a los Aceites de Oliva Vírgenes, cons- tatando, en algunos casos, mala praxis tal como venta a perdidas, uso como producto reclamo y objeto de grandes promociones. Medidas éstas que chocan de frente con los esfuerzos llevados a cabo por el sector oleícola para posicionar el producto adecua- damente, rompiendo la cadena de valor del mismo, dando una imagen distorsionada a la percepción del consumidor y abocando al fracaso todos los esfuerzos por mantener el anhelado y necesa- rio equilibrio en la cadena de distribución, donde el sufrimiento se alterna temporalmente entre envasadores y productores. Con esto estamos manifestando que todo esfuerzo es poco para mantener y aumentar el consumo del aceite de oliva virgen o virgen extra. Fidelizar al consumidor acercando al mismo a un conoci- miento mínimo del producto, eliminar la fluctuación de la demanda por las diferentes causas derivadas de malas prácticas comercia- les, factor especulativo incluido, son claves para vivir un presente y hacer que el futuro no se torne incierto. He aquí donde las políticas y estrategias de concentración deben cobrar su mayor sentido, llevando a cabo un esfuerzo sectorial de diferenciación y singularización de los Aceites de Oliva Vírgenes frente a cualquier otro tipo de grasas alimentarias. Debemos coincidir en que el aumento del consumo es clave, como también lo es el que todas las organizaciones que constituyen el sector remen en el mismo sentido. Así se podría alcanzar el equi- librio, evitando tensiones en cualquiera de los eslabones de la cadena de producción- distribución, ya sean productores, envasa- dores o distribuidores. Sin temor a que las afirmaciones anteriores suenen utópicas, el correcto funcionamiento de los mercados y la estabilidad de los