JORNADAS Por su parte, Rafael del Rosal, que participó en la misma conferen- cia, contó que produce patatas fritas en Priego de Córdoba. Dejó un trabajo fijo en Barcelona para montar en su pueblo de origen fami- liar una churrería. Luego se inició en las patatas fritas. “El primer día íbamos a arder, no sabíamos nada del negocio. En el pueblo de al lado freían patatas, y decidimos nosotros también podíamos hacerlo. Fue bien, montamos la primera fábrica para el mercado local. Llega un momento en el que tienes que decidir si quedarte ahí, y el límite de calidad lo marca el precio al que puedes vender en el mercado local, o complicarte e ir a ferias, hacer contactos... Nosotros lo hicimos. Y funcionó”, señaló. Contó cómo, después, llegó un golpe de suerte.“Un japonés vino a Priego a comprar aceite y lo llevaron a comer a un restaurante. Allí probó nuestras patatas fritas. Lo trajeron, nos conocimos y ha sido un artífice del desarrollo de la empresa. El mercado es muy exigente allí, me empezaron a presionar: había que mejorar el envase. Que las propiedades del producto se mantengan. Comenzamos a traba- jar diseño, y producto para internacionalizar”, recordó. Sus patatas se venden hoy en tiendas gourmets de muchos países después de una fuerte inversión en una fábrica nueva. Son cinco trabajadores y facturan dos millones de euros anuales. “Hago producto de calidad, hasta donde llegue. No voy a perjudicar por precio la calidad”, dijo, para contar después que su empresa está asaociada en Estados Unidos con el chef José Andrés. “Vendemos en Suiza, allí una bolsa vale 7'90 francos suizos (7 euros) en Japón, en Inglaterra, Alemania... En sitios exclusivos.Tuvimos tratos con una gran cadena, pero querían las patatas con girasol. Yo sólo trabajo con aove de denominación de origen Priego de Córdoba, certificado con denominación de origen. En la bolsa va el logotipo del Almazaras de la subbética”, indicó. Hizo referencia a que el mercado está plagado de productos que ponen virgen o virgen extra. “¿Qué aceite usan realmente? Analizas esas patatas y te llevas un desengaño. El en el sector del Aove se pide la PAC, las subvenciones... Pero donde hay que hacer presión es en el tema del fraude, coger y a estas empresas que dicen usar aove y no lo hacen, que haya sanciones. A mí no me hah hecho ningún control”, apuntó. Uno de sus secretos es la preocupación por freír a baja tempe- ratura y evitar la acrilamida. Se hace a costa de tener muy poca producción porque necesita más tiempo. Y se está invirtiendo en una colaboración con una empresa de Jaén para desarrollar una máquina selectora que discrimine las patatas por su color y con aire quite las que están quemadas o blandas. “Esa máquina ya existe, pero la innovación viene porque estamos desarrollando una que analiza el 100% del producto de acrilamida.La máquina se está haciendo aquí en Jaén, en una empresa que trabaja para parques temáticos. A veces somos negativos con las empresas de nuestro entorno ¿Uno de Jaén cómo va a hacer eso? Pues sí, lo está haciendo Esto va a ser grande, va a pegar en el mercado muy fuerte”, aseguró.• 55