REPORTAJE 35 En 1973 probamos nuestro primer decánter para el aceite de oliva en Úbeda y desde entonces nunca hemos abandonado el mercado español. F.C.: Naturalmente era la cuota en los ochenta mucho mayor, principalmente porque había menos competidores, pero nuestra incursión en el aceite de oliva nos ha servido especialmente para desarrollar un know how que después nos ha servido también para otros sectores en los que estamos presentes. Ahora esta- mos desarrollando decánters y separadores más pequeños con las que abrirnos a un segmento de mercado aún mayor. En 2017 comenzó la nueva etapa junto a Caldereria Manzano. ¿Cómo valoran los primeros meses de trabajo conjunto? M.L.: De muy cordial, sobre todo porque ambas partes cumplen su parte del acuerdo aportando un amplio portfolio con produc- tos de calidad. Trabajo desde hace muchos años en el mercado español y naturalmente observé con detenimiento cuál podría ser el socio apropiado para seguir progresando en el mercado de Grasas y Aceites. A pesar de que el primer año no pusimos objetivos, porque éramos conscientes de que se debía afianzar un acuerdo en el que Manzano entraba en segmento en el que no había trabajado hasta ahora, las ventas fueron más que aceptables. Antonio Manzano, gerente de su nuevo socio, calificó reciente- mente esta nueva etapa como exigente a la vez que emocionante. ¿Qué objetivos se quieren alcanzar con esta nueva alianza? M.L.: Para nosotros es de gran relevancia continuar la expansión dentro del mercado global del aceite de oliva. Manzano ya estaba presente en la mayoría de países, gracias a su portfolio especiali- zado en tanques para el almacenamiento en bodega, y nosotros queremos aprovechar y llegar con ellos a esos mercados que hasta ahora, por la dimensión de nuestras máquinas, nos eran esquivos.