HC362 - horticultura

TROPICALES 25 Figura 8. Estrategias de control biológico por conservación en un cultivo de papaya en invernadero. del proyecto EUROPAPAYA, con automatización del riego con tensiómetros, permitieron reducir el consumo de agua en verano, cuando la demanda es más alta y evitar situaciones de estrés en otoño, ajustando la dosis a la demanda real del cultivo. La fertilización es también un factor determinante para maximizar el crecimiento, desarrollo y producción de la papaya. En ensayos realizados en el SE de España con papaya en invernadero las necesidades del cultivo oscilan entre 220-300 kg ha-1 de N, 100-120 kg ha-1 de P2O5 y 340-430 kg ha-1 de K 2O para la primera barriga de producción (15 meses). En suelos pobres es recomendable realizar antes de la plantación una enmienda orgánica con estiércol o compost con aportes de hasta 5 kg m-2. Los fertilizantes se aplican junto con el agua de riego (fertirriego) controlando el pH y la conductividad eléctrica de la solución nutritiva. Técnicas como el análisis foliar y de savia y el uso de uso de sondas de succión de la solución del suelo se están empleando para ajustar las necesidades del cultivo a nivel de parcela (Figura 5). Determinar el punto óptimo de recolección para llegar al mercado con fruta de calidad es clave para la comercialización con éxito de la papaya producida en España. La proximidad al mercado supone una ventaja competitiva muy importante, ya que permite recolectar la fruta “madurada en el árbol” con una excelente calidad frente a la fruta que llega de ultramar (Figura 6). Pinillos et al. (2018), trabajando con la variedad ‘BH-65’, confirmaron que en nuestras condiciones es posible producir papayas de calidad en diferentes épocas de año. Sin embargo, detectaron que los frutos recolectados al final del invierno son más grandes y firmes que los recolectados en verano, pero menos dulces. Pinillos et al. (2019), trabajando con tres variedades de papaya, observaron que el momento óptimo de recolección era diferente según la época del año. En otoño, el estado óptimo de recolección sería el de frutos verdes con sólo un 10% de color amarillo, ya que presentan un nivel de SST adecuado y mayor firmeza y vida postcosecha que los frutos recogidos en estados más avanzados. En primavera-verano, sin embargo, el reducido contenido en SST obliga a recolectar frutos con un 20-30% de color amarillo, o incluso frutos más maduros con un 50-60% amarillo, lo que puede acortar su vida postcosecha. En el marco del proyecto CARISMED se estudió el efecto de la zona de producción sobre el índice de recolección. En zonas con climas más benignos y fruta más dulce se aconseja recolectar la fruta con un 25% de color amarillo, mientras que en zonas menos favorables hay que retrasar la recolección hasta alcanzar al menos el 50% de color. La aparición de frutos con semilla blanca es un problemamás para la comercialización de la papaya, ya que afea su imagen. Este desorden se interpreta como un desfase entre la maduración del fruto y la de las semillas. Este desfase depende de las condiciones ambientales en las que madura el fruto ya que su incidencia es diferente durante el año o incluso entre años. Cuando se detecta, se recomienda recolectar los frutos más maduros. En cuanto a la distribución de la cosecha durante la campaña se observa en general un pico fuerte de producción en primavera, cuando las temperaturas

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