FRUTICULTURA 20 Material y métodos La evaluación de la respuesta a sequía se llevó a cabo en dos culti- vares de melocotonero [Prunus persica (L.) Batsch] con diferentes necesidades de frío y épocas de maduración de fruto 'Ufo-3' (500 c.u. - maduración a finales de mayo) y 'Fergold' (750 c.u. - madura- ción a principios de julio), injertados en el verano de 2013 sobre el patrón híbrido 'Garnem'. En 2014, se establecieron en campo con un marco de plantación de 5x2,5 m en una parcela experimental localizada en las instalaciones del IMIDA en El Jimenado (Torre Pacheco, Murcia). El sistema de riego fue goteo automatizado, incluyendo dos líneas de irrigación por fila y cuatro goteros con un caudal de 2 l h–1 por cada árbol. La cosecha se realizó en dos fechas distintas para cada año experimental (2015: 'Ufo-3' en los días 25 y 30 de mayo; 'Fergold' en los días 2 y 6 de julio; 2016: 'Ufo-3' en los días 22 y 27 de mayo; 'Fergold' en los días 27 junio y 1 julio). Tras dicha cosecha, el nivel de riego se redujo al 50% de su capa- cidad de campo (CC) ya que, una vez realizada la recolección, los requerimientos hídricos disminuyen, pudiendo así controlar el cre- cimiento vegetativo en poscosecha. El tiempo de riego establecido en el momento del experimento fue en 2015 de 2 h / día y en 2016 de 1,5 h / día desde las 9:00 (UTC +2) en ambos años. El experimento se llevó a cabo con un diseño experimental aleatorio de 12 bloques completos (6 por cada experimento) con 10 repeticio- nes, y dos guardas por cada cultivar y bloque de tratamiento, llegando a un número total de 135 árboles, en dos años consecutivos: en 2015, del 10 al 20 de julio y en 2016, del 16 al 26 de septiembre, en posco- secha debido a que esta fase es clave para mantener la absorción de nutrientes, así como la producción de fotoasimilados que se utilizarán en el período de formación y desarrollo de yemas y en la posterior floración (Timm et al., 2007). Se determinaron dos tratamientos de irrigación: control y estresado. Los árboles control mantuvieron el nivel de riego deficitario al 50% de su CC establecido tras la cosecha a lo largo del experimento, mientras que los árboles pertenecientes al grupo estrés fueron sometidos a 5 días sin riego. Tras estos 5 días sin suministro de agua, el riego fue reestablecido con el mismo régimen hídrico que los árboles control. Determinación del contenido hídrico del suelo y el árbol La humedad del suelo fue calculada mediante un sensor portátil de capacitancia. Para ello se colocaron tubos de acceso de 1 m de profundidad a 30 cm del emisor y 20 cm de la línea portagotero, en la zona de influencia del bulbo húmedo y del sistema radicular para cada uno de los bloques tratamiento. El estado hídrico del árbol se estudió en cada bloque de trata- miento calculando el potencial hídrico foliar (PHF) mediante una cámara de presión de Scholander. El intercambio gaseoso foliar a lo largo del experimento se evaluó a partir de diferentes paráme- tros fisiológicos: conductancia estomática (gs), fotosíntesis neta o asimilación de CO2 (An), transpiración (E) y concentración de CO2 intracelular (Ci) que fueron medidos mediante el sistema portátil de Li-6400XT. Asimismo, el índice de uso eficiente del agua intrín- seco (UEAi) se calculó como la relación An/gs. Determinación del contenido de ácido abscísico foliar Una vez realizada la extracción del ácido abscísico de las muestras de hojas tomadas a lo largo del experimento para cada bloque del tratamiento control y estresado, se llevó a cabo su determinación mediante un sistema de cromatografía líquida de ultra eficacia de triple cuadrupolo (UPLC-TQD). Finalmente, para la cuantificación se utilizó el método de adición estándar. Análisis estadístico Los resultados obtenidos se analizaron con el paquete estadístico SPSS21 mediante dos tipos de pruebas: (i) para los datos que pre- sentaban una distribución normal (datos paramétricos) se realizó un análisis de la variancia de una vía (ANOVA), en el cual las dife- rencias significativas fueron obtenidas mediante la prueba de Duncan (p ≤ 0,05); (ii) para los datos en los que la hipótesis de nor- malidad fuese descartada con un nivel de confianza del 95% (datos no paramétricos), se realizó la prueba no paramétrica de Kruskal- Wallis (p < 0,05). Por otra parte, las diferencias significativas para las variables estudiadas entre los dos cultivares y entre los dos tratamientos para cada día del experimento fueron determinadas mediante la prueba t de Student (p ≤ 0,05). Resultados y discusión Efectos del estrés por sequía en el contenido de humedad del suelo y el estado hídrico del árbol La disminución de la disponibilidad de agua en el periodo de sequía revelada por el menor contenido hídrico del suelo (CHS) acumu- lado en los primeros 30 cm de profundidad, junto con los valores de potencial hídrico foliar (PHF) significativamente inferiores llegando hasta –2,3 MPa en los árboles estresados ponen de mani- fiesto el estrés hídrico al que fueron sometidos (Figuras 1, 2A y 2B). El descenso del CHS en los árboles estresados fue diferente en función del cultivar. En 'Fergold' (cultivar con época de madu- ración de fruto más tardía) el descenso fue ligeramente superior llegando a un CHS de 30% y un 28% para el primer y segundo año, Figura 1. Evolución del contenido hídrico del suelo (CHS) acumulado en los primeros 30 cm de profundidad (A) en 2015 y (B) en 2016 a lo largo del experimento de sequía. Las barras de error representan el error estándar de la media (d = día; R = recuperación).