El cultivo protegido de la fresa en la provincia de Huelva se cul- tiva en suelos arenosos (80-95% de arena), pobres en materia -1 orgánica (0,5%), baja C.E. (0,8 mS cm Ext. Sat.), con escaso poder de retención de agua y nutrientes, y con muy baja interacción como aporte de nutrientes. Como abonado de fondo o enmiendas previas del suelo se realiza una aplicación baja, para este tipo de suelo, de abono orgánico o estiércol normalmente de gallinaza, en cantidades que influyen poco en las propiedades físicas del suelo. En forma de abono mineral también se aplica poca cantidad, ya que su efecto dura muy poco, debido a la textura de los suelos y a los lavados que se producen por los volúmenes de agua que se aplican para construir los caballones y para mantener la estructura de estos antes de la plantación. Además, se utiliza agua de riego, general- mente, con muy baja salinidad, que tampoco aporta nutrientes. Se riega con alta frecuencia y volúmenes importantes de agua, que implican un importante riesgo de lavado de nutrientes. En cierto modo, se puede considerar como un cultivo hidropónico en suelo. Por todo ello, la tendencia en la zona es abonar por el sistema de manejo proporcional, en el que la cantidad de fertilizantes va ligada a la cantidad de agua, es decir por concentración de nutrientes equi- librados en el agua de riego, como se hace en cultivo hidropónico. La fresa es un cultivo sensible a la salinidad, pudiendo originar una reducción en la producción de fruto. Sin embargo, la salinidad puede proporcionar una mayor calidad organoléptica y/o funcional del fruto. Los pocos trabajos sobre fertirrigación en fresa en Huelva se han realizado en los comienzos del cultivo y con variedades antiguas (Cadahia, et al. 1988). En fresa en sistemas protegidos está muy extendido el manejo del riego a partir del conocimiento y control de los parámetros climáticos y de humedad del suelo (Gavilán y col., 2014). Sin embargo, los sistemas para el control de la nutrición han tenido menor grado de desarrollo. Por ello, GatFertiliquidos, empresa fabricante de fertilizantes líquidos instalada en la zona, comenzó a estudiar su fertilización, para poder ayudar a los agricul- tores a fertirrigar de forma más eficiente. Materiales y métodos Los trabajos se realizaron en tres parcelas comerciales del T.M. de Almonte, en la Comarca agrícola de 'El Rocío', sobre un cultivo de fresón (Fragaria x ananassa) de las variedades Sabrina, Antilla, Fortuna, y Victory. Los suelos de las fincas de los ensayos se califican como arenoso (clasificación USDA), con un 92-90% de arena, un 4% de limo y un 4-10% de arcilla. Las empresas propietarias de las fincas realizaron todas las labores de cultivo propias de la fresa en los ensayos. En la finca de la variedad Sabrina se aplicó abonado de fondo mineral y orgánico y en la finca de la variedad Antilla solo abonado orgánico. El trasplante se realizó a principios de octubre con una densidad de plantación de 71.888 plantas ha-1 y finalizó a principios de junio. Se realizó un seguimiento analítico con muestreos cada 15 días, desde noviembre hasta mayo, analizándose CE (mS cm-1), pH, bicar- bonatos, y todos los macronutrientes (mmol l-1). Se midieron los siguientes perfiles en cada tratamiento: Solución Fertilizante Real (SFR) que aportaba el sistema de riego, solución del suelo (SS) a 10 y 20 cm de profundidad, usando sondas de succión, solución de dre- naje o lixiviado (SD), recogida con lisímetros de drenaje, y análisis vegetal de muestras de hojas. Con estos datos se analizaron los cua- tro tratamientos, determinando el fertilizante aportado y lo que la planta no ha tomado, expresados en mS cm-1 y mmol l-1. Para la recogida de la solución de entrada o gotero se instaló en cada tratamiento una cinta en paralelo para no afectar al cultivo. Para la recogida de la solución de suelo se instalaron 2 sondas de succión en cada tratamiento, con capsula cerámica francesa de 63 mm diá- BERRIES 27