BERRIES 18 Desarrollo y consolidación ligados al agua Con todo esto, ¿cabe pensar que el ‘boom’ de las berries ha tocado techo o aún queda margen de crecimiento? En buena manera, la respuesta a esta pregunta dependerá del acceso al agua de la agricultura de la zona. La zona del Condado no puede crecer más, pues está limitada por los recursos hídricos del Parque Nacional de Doñana. Ahora bien, recientemente el Senado ha dado el visto bueno al nuevo trasvase de hasta 19,99 hectómetros cúbi- cos de la demarcación de Tinto, Odiel y Piedras a la comarca del Condado de Huelva, lo que supondrá un antes y un después para la agricultura del entorno de la Corona Norte de Doñana. “Eso va a suponer darle a los agricultores seguridad jurídica, pues esta- ban regando con agua de pozos que, una vez cerrados, beneficiará medioambientalmente a la zona del Parque Nacional de Doñana”, destaca Manuel Piedra. Las limitaciones del entorno de Doñana han hecho que muchos agricultores hayan decidido poner nuevas explotaciones cerca de la frontera con Portugal: Lepe, Cartaya, San Bartolomé, Gibraleón... sobre todo arándanos y frambuesa. Estos últimos están pendientes de la decisión política a la hora de acometer el desdoblamiento del túnel de San Silvestre, una infraestructura hídrica cuya capacidad de transporte roza la capacidad de con- sumo de los agricultores de esa zona. “Si tenemos agua y tenemos tierra, la ambición de los agricultores de la zona pondrá el resto”, añade el secretario regional de UPA. Mano de obra Otro de los hándicaps que tiene el sector es el acceso a mano de obra preparada y dispuesta a desarrollar las tareas que se requie- ren. No todos los jornaleros quieren la fresa y la frambuesa, y tras la irrupción del cultivo del arándano, son muchos los que prefie- ren “no agachar el lomo” y recolectar el “fruto azul” para el cual no es necesario agacharse. Por otro lado, aún colean las denuncias presentadas ante la Guardia Civil por parte de varias jornaleras marroquíes, que dijeron haber sufrido explotación laboral y abusos sexuales y que hicieron que el sector saliese a la palestra el pasado mes de junio. Los productores no quieren que se magnifique esta cir- cunstancia, pues aún están por confirmarse tres casos entre los 100.000 empleados para la recolección de fresas, arándanos, moras y frambuesas en la provincia. “En ese aspecto estamos muy tranquilos. Por parte de los empresarios, tolerancia cero. Nosotros nos pusimos las pilas. Fueron casos a pequeña escala, pero aun así estamos poniendo los medios para que no vuelva a ocurrir. Hemos creado la figura de los mediadores intercultura- les, estamos llevando a cabo protocolos contra la violencia de género en el trabajo, se está haciendo un análisis de las vivien- das donde se alojarán los trabajadores para comprobar si reúnen los requisitos mínimos, vamos a dar formación a los car- gos intermedios para que sepan manejar una cuadrilla y que no ocurran estas cosas... Estamos poniendo todos los parámetros para que nada se nos escape. Los agricultores somos los prime- ros interesados en sacar del circuito a los que no hacen bien las cosas”, enumera Manuel Piedra. Y es que lo que no quiere el sector es que circunstancias como estas puedan empañar el éxito de una agricultura que va a más.•