BERRIES 14 ¿Qué ha pasado para que se haya producido este cambio en tan poco tiempo? En una sociedad cada vez más preocupada por la salud y los productos saludables, la aparición de estudios que confirman la capacidad antioxidante y anticancerígena de las berries, además de la cantidad de vitaminas que aportan, han hecho que luzcan por primera vez en la cesta de la compra nacio- nal. De igual manera, se ha aprovechado la incesante demanda de los países europeos de estos productos, de los que España es suministrador privilegiado. Y como muestra, un botón. Según los datos de la Dirección General de Aduanas, en 2017 se exportaron 45.809 toneladas de frambuesa, un 21% más que el año anterior, por un valor de 346 millones de euros (+12,3% con respecto a 2016) mientras que el arándano vio cómo sus exportaciones cre- cieron más de un 27% en 2017 con 46.510 toneladas por un valor de 274,7 millones de euros (un 5,5% más que en 2016). Y todo ello principalmente a Reino Unido, Francia y Alemania. “El auge también ha venido gracias a la necesidad de las grandes super- ficies. Que un mismo proveedor pueda suministrar toda la gama de berries a los supermercados es una ventaja. Tenemos socios que ofrecen toda la gama de frutos rojos. Hacia eso va el mer- cado”, comenta Rafael Domínguez, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Fresas de la provincia de Huelva (Freshuelva), cuyas empresas representan en torno al 95% de la producción del sector. Campañas más largas Uno de los principales cambios que estos cultivos han traído a Huelva tienen que ver con el número de jornales. Y es que hasta hace poco las campañas apenas duraban cinco meses: “Antes fresa y frambuesa compartían calendario. Con el paso de los años, los avances técnicos han facilitado que la frambuesa pueda tener dos cosechas: la de otoño y la de primavera. En la de otoño se recoge fruto desde septiembre hasta diciembre y en la segunda durante los meses de abril, mayo y junio. Todo ello ha ayudado a que haya empresas que puedan contratar trabajadores a lo largo de nueve meses al año, tanto en la explotación como en la central hortofrutícola”, recalca Rafael Domínguez. “La fresa ha sido el cultivo ‘madre’ y, a partir de ahí, hemos ido adaptándolo a distintos cultivos. La infraestructura fundamental de forzado, como es el macro túnel, se ha adaptado al resto de berries. Sobre todo, en frambuesa hay opciones de variedades remontantes, no remontantes, variedades de mayo a agosto... El agricultor puede controlar el ciclo y adaptarlo a las necesidades del mercado”, completa Julio Volante, delegado en Huelva del COITAND. Por otro lado, no hay que olvidar que se trata de cultivos muy tecnificados, en los que cada vez son más comunes los sensores de humedad que miden las necesidades de la planta al “milímetro cúbico”. Cultivos, a su vez, desarrollados de la mano de un ase-