FRUTICULTURA Foto 1. Exposición del polen en la antera para que sea posible la dispersión. A: Antera turgente (antes de la dehiscencia), B: antera deshidratada en la dehiscencia donde se aprecian los granos de polen. 27 Además las condiciones ambientales que propician humedad alta, también afectan al estado de las anteras ya que éstas se humede- cen y no generan dehiscencia (apertura de la antera) (Foto 1) que es imprescindible para poder exponer el polen que será transportado por los insectos polinizadores al estigma de otra flor para fecun- darla y generar un fruto. Los insectos involucrados en la polinización de los frutales de hueso son los incluidos en los géneros Apis ssp. (abejas) y Bombus ssp. (abejorros) principalmente aunque se ha visto que hay otros insectos polinizadores que también colaboran (Guerra y Rodrigo, 2016). Los insectos polinizadores también tienen en las condicio- nes meteorológicas adversas un importante condicionante para poder realizar su trabajo. Se ha visto que las abejas necesitan una temperatura mínima para trabajar así como condiciones de luz y humedad concreta. Por lo tanto en días de lluvia, frío, niebla o viento, las abejas no realizaran su actividad polinizadora, y sólo en los días en que brille el sol (situación que necesitan para orientar el vuelo) y la temperatura sea aceptable llevarán a cabo su incansable labor (Von Frisch, 1969). Este factor condicionante de presencia de insectos polinizadores en las plantaciones tiene sencilla solución colocando colmenas suficientes, en función de la cantidad y den- sidad de árboles, diseminadas por las plantaciones (Foto 2) para que se vea realizado el transporte del polen entre las flores. Este factor es imprescindible ya que es el único método de dispersión del polen en frutales, puesto que se sabe que este polen típico del género Prunus (género en el que también están incluidos otros frutales de hueso como albaricoquero, melocotonero o cerezo) no es transportado por el viento (Free, 1964). Si todos los condi- cionantes anteriores han sido favorables: primavera soleada y con buenas temperaturas y presencia de insectos polinizadores activos y suficientes, en otros frutales de hueso estaríamos ante casi una garantía de una buena producción, pero no es suficiente en el caso del ciruelo japonés. Foto 2. Presencia de colmenas en plantaciones comerciales de ciruelo japonés.