FRUTICULTURA 20 Figura 3. Ciclo fenológico esquemático del melocotonero. Sólo las variedades cuyos requerimientos de frío coincidan con el frío invernal de una localización se encontrarán bien adaptadas a las condiciones climáticas de ese lugar. Si los requerimientos de frío son menores que el frío real se podrán producir heladas espo- rádicas debido a que la brotación tiene lugar antes de la llegada del buen tiempo, y si son mayores la producción se verá reducida por una floración irregular e insuficiente. Además, después de la salida de latencia se requiere de un periodo de temperaturas cálidas para el inicio de la brotación y la floración, que seguidas del desarrollo vegetativo y del fruto, acabará en el inicio de un nuevo ciclo en el otoño siguiente (Figura 3). El dilema de crecer o proteger Volviendo a la yema de flor latente, ésta tiene a lo largo de su exis- tencia las opciones mutuamente incompatibles de seguir inactiva o reiniciar el crecimiento. Una decisión nada baladí considerando que la segunda opción conlleva la desactivación de algunos de los mecanismos de protección frente al frío y la desecación. Es posible ahondar en los detalles moleculares de estas decisiones mediante abordajes científicos de transcriptómica que permiten identificar aquellos genes y rutas que se expresan en mayor grado en la yema latente o en la no latente. Estos estudios transcriptómi- cos realizados en yemas de melocotonero muestran un panorama nada simple en el que tres procesos principales pugnan por hacerse protagonistas en la yema latente, tal y como indica el estudio fun- cional de algunos de estos genes (Lloret et al., 2018). En primer lugar ciertos genes reguladores de la latencia son necesarios para mantener la yema latente y disminuyen su expresión antes de la salida de latencia como consecuencia de la satisfacción de los requerimientos de frío. En segundo lugar, genes cuya expresión mejora la tolerancia al frío y a la falta de agua se expresan en yema latente y se reprimen al final de la latencia. Finalmente, una pléyade de genes que intervienen en partes concretas del desarrollo floral, como la producción de los gametofitos masculino (polen) y feme- nino (óvulos) desatan su expresión tras la salida de latencia. El balance molecular entre dos de estos procesos, la tolerancia al frío y el reinicio de la floración, determina el comportamiento de la yema, que tomará la decisión de permanecer latente y protegida o de crecer y florecer. Esta decisión irreversible está mediada por los genes que participan en el tercero de los procesos comentados (la regulación de la latencia), convirtiéndose en jueces de un dilema que afecta a la supervivencia de las células y a la producción del cultivo. Genes que se expresan y se reprimen en la yema Para profundizar en el fenómeno de la latencia estacional a nivel molecular no basta con identificar los genes cuya expresión cambia