vegetales entre las calles de la plantación evitaría futuros impactos negativos, dado que el uso de éstas aportan numerosas ventajas para el conjunto suelo y clima. Entre ellas, cabe destacar que las cubiertas vegetales protegen el suelo de la erosión, de la deseca- ción y del efecto de las lluvias, mejorando las características físicas (mayor capacidad de retención de agua) y la fertilidad del suelo (aporte de materia orgánica) y reduciendo la propagación de enfer- medades del suelo (Phytophthora spp.). En la actualidad, el acolchado del suelo con malla negra (Foto 3) se presenta como una técnica interesante desde tres puntos de vista: medioambiental, agronómico y económico. El uso del acolchado con malla negra como técnica sostenible en citricultura contribuye con numerosas e importantes ventajas a la plantación del cultivo: incrementa la temperatura del suelo, permite un ahorro de agua en el riego (menor evaporación directa del agua del suelo y menor competencia por ésta con las plantas adventicias), reduce la as - xia radicular del árbol (evacuación del exceso de agua de lluvia al centro de la calle), induce sobre el cultivo un mayor crecimiento y una precoz entrada en producción (Hervalejo et al, 2012; Romero- Rodríguez et al., 2013), se mejoran aspectos sanitarios del fruto (mayor control del aguado de los mismos), favorece el control de plantas adventicias (Romero-Rodríguez et al., 2016) y aumenta la producción y la calidad de los frutos. Por otro lado, la situación actual que atraviesa el uso de productos tosanitarios en la agricultura es crítica. Las cadenas de super- mercados, establecen criterios particulares en este sentido, tales como la prohibición o restricción del uso de productos tosanita- rios en determinados cultivos, la limitación del número de materias activas a utilizar, o límites máximos de residuos insigni cantes o prácticamente inexistentes durante la fase de producción. La tendencia actual es reducir el número de aplicaciones, el número de materias activas y su dosis, siendo una posible solución la apli- cación de sustancias coadyuvantes. El uso de coadyuvantes tiende fundamentalmente a reducir los costes de aplicación, optimizando el rendimiento de la materia activa y asegurando la máxima efecti- vidad, reduciendo con ello el impacto que tienen los mismos en el ambiente, en la salud humana, así como en la fauna auxiliar y en la biodersidad en general. Algunas de las propiedades que presentan estas sustancias son la reducción de las cantidades de producto y 19 del volumen de agua aplicados, utilización de la dosis correcta y reducción de las pérdidas por deriva. En este sentido, IFAPA trabaja en el desarrollo de técnicas de cultivo que permitan alcanzar una citricultura más sostenible. Esta labor se desarrolla dentro del proyecto Transforma Cítricos y de varios convenios con empresas privadas. Para ello, IFAPA ha establecido una amplia red de campos de ensayo repartidos por diferentes provincias andaluzas. En estas parcelas se realizan ensayos de cubiertas vegetales (Foto 4), de acolchado de la línea de plantación con malla negra, así como de diferentes técnicas de control de plagas dirigidas a reducir las aplicaciones de productos tosanitarios. CÍTRICOS Foto 3. Detalle de una parcela con acolchado de malla negra.