Brásicas El amonio tiene una particularidad: “Puede ser tóxico para las plantas y generar un crecimiento menor que el nitrato. En nues- tro grupo nos dedicamos a estudiar la tolerancia y sensibilidad de diferentes plantas a esta fuente de nitrógeno”. Si bien es cierto que se cree que se utilizan menos fertilizances de base amoniacal que nitrato, el investigador indica que “en realidad no es que se utilicen menos, sino que su aplicación sin ir combi- nada junto con inhibidores de la nitrificación hace que una vez en el suelo el amonio se convierta muy rápidamente a nitrato y por lo tanto es similar a la nutrición nítrica. El menor uso de los fertilizantes combinados con inhibidores de la nitrificación es básicamente su mayor coste económico”. Buscando profundizar más en este tema, procedieron a estudiar el proteoma de una planta modelo, la Arabidopsis thaliana. “Sin fijar la atención en ninguna proteína en particular, decidimos ver qué diferencias presentaba esta planta en el conjunto de las proteínas sintetizadas, al fertilizarla con nutrición amoniacal o nítrica”, comenta Daniel Marino. “La fertilización amoniacal combinada junto con los inhibidores de la nitrificación tiene varias ventajas. La principal está relacio- nada con la reducción de las pérdidas de N y el mantenimiento del N en el suelo durante más tiempo. Este hecho conlleva una ventaja medioambiental ya que se reducen las pérdidas de nitrato por lixiviación, que dan lugar a la contaminación de las aguas subterráneas y a la aparición de fenómenos de eutrofiza- ción, y se reducen las emisiones de gases nitrogenados como el óxido nitroso (N2O), gas con gran potencial de efecto inverna- dero, cerca de trescientas veces superior al CO2, cuya emisión se estima en torno al 1% del N total aplicado. Del mismo modo, el hecho de reducir las pérdidas de N y aumentar la estabilidad del N en el suelo permite reducir el N total que se ha de aplicar, así como el número de aplicaciones de fertilizante”. Por otra parte, la fertilización amoniacal puede tener ventajas en la calidad de los cultivos. “Por ejemplo, se ha observado una reducción en el contenido de nitrato en hoja, cuyo control es fundamental en plantas hortícolas de consumo foliar como la espinaca o la lechuga”. Finalmente la nutrición amoniacal “puede favorecer un aumento del contenido en proteína total del producto final, así como la modificación de otros compues- tos, cómo el que se aquí se menciona en relación a compuestos anticancerígenos que suponen un aumento en la calidad nutri- cional del cultivo”. Mismos resultados en plantas comestibles Al estudiar el tipo y la cantidad de proteínas acumuladas en las plantas con cada tipo de nutrición, “lo que más interesante nos pareció es que había algunas proteínas relacionadas con 70