Los glucosinolatos (GLS) son compuestos del meta- bolito secundario de los vegetales, que contienen azufre y nitrógeno en su estructura química, y que se encuentran casi exclusivamente en esta familia botánica y hortícola. Sus productos de hidrólisis, los isotiocianatos (ITC) e índoles, son los resposanbles de los efectos beneficiosos para la salud, al ser los com- puestos bioactivos. Entre los principales compuestos fenólicos del brócoli encontramos los flavonoides, antocianos y ácidos hidroxicinámicos, cuya principal actividad biológica es su capacidad antioxidante. Los carotenoides, así como vitaminas (C, E, K), también se consideran nutrientes con actividad biológica. Los glucosinolatos (GLS) no tienen ninguna bioactivi- dad en el organismo, pero se hidrolizan para liberar ITC, compuestos altamente reactivos que pueden acti- var factores de transcripción como el Nrf2 (nuclear factor erythroid-derived-2) y al hacerlo mejoran la defensa de nuestras células. Por otro lado, se ha des- cubierto que estos compuestos favorecen la actividad de enzimas de detoxificación capaces de eliminar car- cinógenos químicos. La riqueza fitoquímica de los alimentos de Brassica está acaparando la atención de la comunidad científica por ser potencialmente pro- tectoras para el sistema cardiovascular, neurológico y contra ciertos tipos de cáncer, principalmente debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes (Baenas et al 2016). Es posible optimizar el contenido de GLS y la acción dependiente de la mirosinasa para formar ITC bioactivos, actuando en las distintas etapas de la cadena alimentaria desde las semillas hasta la planta adulta y aumentando de este modo la aplica- ción de vegetales del género Brassica en la salud y el bienestar (Jeffery, 2014; Moreno et al., 2006). Investigación de la cadena agroalimentaria del brócoli Diferentes factores pueden afectar a los compues- tos bioactivos y fitonutrientes del brócoli, y podrían clasificarse en aspectos de pre y poscosecha. El primer grupo implica condiciones agronómicas y ambientales o factores genéticos y ontogenéticos. Las variedades de brócoli como 'Naxos', 'Parthenon', etc. se desarrollan mejor en áreas de producción en condiciones adversas, como las que se encuen- tran en el Sureste Mediterráneo de España, donde se adaptan al clima semiárido y a la irrigación con aguas de baja calidad (salinizadas) manteniendo unos elevados estándares de calidad en las expor- taciones (Dominguez-Perles et al. 2011). El uso de elicitadores o bioestimuladores naturales, durante la etapa de formación de la inflorescencia o pella del brócoli, podría ser beneficioso para su enrique- cimiento en sustancias fitoquímicas, ya que mejora su valor nutritivo sin necesidad de utilizar mejora genética (Moreno et al., 2008; Baenas et al 2016). Las evidencias disponibles indican que las estrategias de manejo de los cultivos afectan a la calidad pos- cosecha, y a la bioactividad y biodisponibilidad de los compuestos bioactivos en alimentos crucíferos como el brócoli. Brásicas 49