Uno de los productos de huerta fuertemente arraigado en la cultura gastronómica gallega son los grelos, un cultivo perteneciente a la especie Brassica rapa. Existen documentos forales que constatan la incorporación de B. rapa a la rotación de cultivos en Galicia desde el siglo XII. Desde entonces y durante siglos ha constituido una de las principales fuentes de hortalizas en la población gallega. Esta importante especie hortícola produce a lo largo de su ciclo de vida tres productos diferentes que ocupan un lugar destacado en la agricultura tradicional gallega. Los nabos son la raíz engrosada de esta especie (téc- nicamente el hipocotilo) que cuando son tiernos se aprovechan para hacer caldo, pero el destino más común es la alimentación del ganado. Como alimento destinado al consumo humano se aprovechan, fun- damentalmente, las hojas y los tallos, recogidos en sucesivos momentos del desarrollo de la planta que reciben diferentes denominaciones: las nabizas son las hojas vegetativas y los grelos son los brotes o yemas junto con las hojas florales previos a la floración de la planta. Desafortunadamente, en los últimos años esta diferenciación entre nabizas y grelos, tan obvia para el conocedor y consumidor de estos cultivos, está desapareciendo y prácticamente el 80-90% de los grelos procesados son, en realidad, nabizas, más fáciles, rápidas y económicas de cosechar. Los nabos forrajeros son un cultivo en descenso, mientras que las nabizas y los grelos son un cultivo en alza, ocupando un lugar destacado en la agricultura tradicional. Según los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA 2015), si comparamos la producción de todos los cultivos de coles en España, los grelos son el tercer cultivo en importancia por detrás del brócoli y la coliflor, y con una producción muy similar al repollo liso (Figura 1). A pesar de la importancia del cultivo tanto en super- ficie cultivada como en producción a nivel nacional, ésta se encuentra casi de modo exclusivo en la comunidad gallega. Galicia es, por tanto, el único productor y el principal consumidor en España. En esta región hay unas 6.800 ha dedicadas a este cultivo con una producción de 79.000 toneladas de grelos, representando casi el 100% de la producción a nivel nacional. Se tiene constancia de que en otras zonas de huerta de España, como Navarra y Extremadura, hay un cultivo minoritario de plantaciones de grelos, así como algunas experiencias puntuales en Andalucía y Canarias con objeto de valorar las posibilidades de incorporación y ampliación de este cultivo en otros ambientes diferentes al típicamente gallego. No obs- tante, la superficie en estas zonas es sólo testimonial en comparación con la dedicada en Galicia. Lo más probable, sin embargo, es que las cifras reales tanto de superficie como de producción de este cultivo en Galicia sean mucho mayores que las recogidas en los anuarios debido a la especial estructura agraria de esta región, caracterizada por el minifundio y la explotación de pequeñas huertas familiares. Básicamente, se cultivan en pequeñas superficies destinadas al autoconsumo, las cuales no están contabilizadas en los anuarios de estadís- tica agraria. En Europa, además de España, cultivos similares a las nabizas y grelos se encuentran ampliamente dis- tribuidos en Italia y Portugal. En Italia, por ejemplo, se dedican cerca de 10.000 ha al cultivo de estas hortalizas y forman parte de numerosos platos típicos sobre todo en el sur, en las regiones de Nápoles y Sicilia donde se le conoce como 'friarielli'. Brásicas Figura 1. Superficie cultivada en hectáreas (ha) y producción total en toneladas (t) de los cultivos de brásicas en España (Fuente: MAGRAMA 2015). 27