Introducción Las plantas son organismos sésiles que han de afron- tar condiciones ambientales desfavorables, ataques de patógenos o predadores, etc., y han de hacerlo sin moverse de la ubicación a la que están ancla- das. Esto ha supuesto una enorme presión evolutiva, que ha obligado a las plantas a desarrollar un vasto abanico de estrategias de protección o de defensa altamente eficaces. Los mecanismos de resistencia en plantas pueden clasificarse en defensas constitutivas e inducidas. Las defensas constitutivas constituyen la protección permanente de la planta e incluyen la mayoría de las barreras mecánicas externas como las espinas y tricomas, así como también una gran variedad de compuestos químicos que reducen la digestibilidad de los tejidos vegetales o son venenosos para los herbívoros. Las defensas inducidas son aque- llas que aparecen como consecuencia de un ataque. Una vez que la planta es atacada, se desencadena un sistema complejo de señales que derivan en la producción de compuestos químicos que tienen como finalidad incrementar la capacidad defensiva de la planta. Existe además una defensa indirecta mediada por compuestos químicos que permite transportar información entre plantas y les permite establecer una 'comunicación' entre ellas. Se sabe así que las plantas se comunican emitiendo y respondiendo a señales químicas volátiles que son inducidas generalmente tras el ataque de insectos herbívoros. Estos com- puestos viajan por el aire para avisar a otras plantas del peligro de tal manera que éstas puedan producir anticipadamente químicos de defensa aumentando su resistencia contra posibles ataques futuros. Este fenómeno se conoce como 'priming', en el que un estímulo recibido facilita la respuesta de otro estímulo relacionado y actúa como un mecanismo de memoria (Conrath et al., 2006), contribuyendo a los procesos de adaptación de la planta ante un estrés (Pieterse and Dicke, 2007). Estos estudios de comunicación entre plantas vecinas fueron inicialmente poco destacados, pero hoy en día la posibilidad de comunicación entre plantas es un campo científico en pleno auge. Existen ya evidencias de que las plantas pueden de alguna manera percibir señales volátiles y responder con un mecanismo de defensa, postulando así la comunicación entre las plantas como un proceso evolutivo y de superviven- cia. Sin embargo, se ha visto que la comunicación entre plantas no es un fenómeno generalizable. Esto se debe a que las plantas atacadas liberan complejas mezclas de volátiles específicos, que varían en fun- ción del tipo y la abundancia del herbívoro. Por lo tanto, este tipo de comunicación es muy específica y depende de la especie de la planta, tanto emisora como receptora, y de las especies herbívoras. Hasta la fecha solamente se han encontrado respuestas signi- ficativas a la herbivoría con plantas vecinas en pocas especies, y aún no se sabe si esto puede suceder en las plantas de brásicas. Vista general del experimento de comunicación entre plantas llevado a cabo en la finca experimental de la Misión Biológica de Galicia. Brásicas 21