lar específicamente la podredumbre de Sclerotinia. Por lo tanto, para encontrar un método de control sostenible al moho blanco y de larga duración existe una presión creciente en usar métodos alternativos como el empleo de cultivares resistentes, estrategias de biocontrol y biofungicidas. Existen dos obstáculos mayores en el acceso a geno- tipos resistentes. En primer lugar, la variabilidad en la respuesta del germoplasma a la inoculación con S. sclerotiorum hace que los cribados en campo a veces no sean repetibles. Las razones de esta variabilidad son desconocidas todavía. El segundo problema es la falta de niveles elevados de resistencia en varios genomas de Brassica. Existen una demanda creciente de variedades oleíferas de Brassica (B. napus, B. rapa y B. juncea) con resistencia estable en diversas condicio- nes ambientales frente a los patotipos predominantes de S. sclerotiorum, pero en los cultivos citados no se han encontrado resistencias completas hasta la fecha. En China se han descrito dos cultivares de canola denominados Zhongyou 821 y Zhongshuang 9, par- cialmente resistentes. La introgresión desde otras especies podría incrementar el número de fuentes de resistencia disponibles para la mejora de brásicas oleaginosas. Se han obtenido líneas de introgresión empleando las especies silvestres Erucastrum cardami- noides, Diplotaxis tenuisiliqua, Erucastrum abyssinicum y Sinapis alba como donantes de resistencia y B. jun- cea y B. napus como parentales recurrentes. El éxito de estos cruzamientos interespecíficos muestra que hay un potencial enorme para incorporar niveles elevados de resistencia desde crucíferas silvestres al germoplasma brásicas cultivadas. B. oleracea se cul- tiva generalmente como una hortícola de hoja. Se han descrito fuentes de resistencia en distintos cultivos de esta especie. Como resultado de estudios recientes para encontrar fuentes de resistencia en variedades de seis especies de Brassica, incluyendo 47 de B. oleracea, se ha encontrado que los genotipos más resistentes eran de esta especie y especialmente sus parentales silvestres Brassica rupestris, Brassica incana, Brassica insularis y Brassica villosa. Como resultado de un estu- dio de campo a gran escala llevado a cabo por un grupo de expertos de Australia durante años recien- tes, se han encontrado 34 genotipos de B. oleracea resistentes y cuyo comportamiento era mejor que el de anteriores testigos resistentes. Los genotipos resis- tentes de B. oleracea suponen un gran potencial para progresar en el desarrollo de variedades resistentes a Sclerotinia para ambos tipos de cultivos, hortícolas y oleaginosos. Respecto al uso de estrategias de control biológicas existen diversas especies antagonistas que se podrían emplear, incluyendo hongos como Coniothyrium mini- tans y Trichoderma spp, bacterias como Bacillus spp. y Pseudomonas spp., y también micovirus. Aunque, en algunos informes sobre productos comerciales en condiciones de campo, los resultados son inconsisten- tes, los agentes de control biológico pueden resultar un método de control efectivo en cultivos oleagino- sos. Siguiendo otra línea de investigación, existe un interés creciente para usar productos bioactivos deri- vados de plantas como biofumigantes. Los cultivos de Brassica tienen niveles elevados de compuestos efectivos como los iostiocianatos (ITCs), que han sido empleados como biofumigantes para erradicar un amplio rango de patógenos y plagas presentes en el suelo. Los investigadores han mostrado que los tratamientos biofumigantes son una alternativa efec- tiva y una estrategia a largo plazo en el control de la enfermedad del moho blanco. En este proceso las plantas de Brassica son maceradas e incorporadas al suelo para destruir los esclerocios. Para encontrar un método de control sostenible al moho blanco y de larga duración existe una presión creciente en usar métodos alternativos como el empleo de cultivares resistentes, estrategias de biocontrol y biofungicidas Interacción Sclerotinia sclerotiorum-Brassica: Investigación actual y tendencias futuras En las últimas décadas, se han seguido fundamen- talmente dos líneas de investigación para solventar el problema moho blanco-brásicas. Desde el punto de vista del control de la planta, los estudios se han enfocado a buscar cultivares resistentes y mecanis- mos moleculares que controlen la interacción entre el huésped y el patógeno. Los investigadores han usado distintas aproximaciones para encontrar fuentes de resistencia importantes, incluyendo el cribado de distintos genotipos, programas de mejora tradicio- nales, análisis de microarrays y mapeo de QTLs para diseccionar los genes cuantitativos de resistencia. Dentro de los mecanismos moleculares de la planta, las proteínas de defensa receptoras, el papel de las hormonas, fitoalexinas, el enzima oxalato oxidasa y los metabolitos secundarios han sido ampliamente estudiados. Muchas especies de crucíferas producen niveles significativos de metabolitos secundarios que contienen azufre denominados glucosinolatos (GSLs). Los GSLs en niveles elevados pueden incrementar la tolerancia de la planta frente a plagas y patógenos. Tienen un amplio rango de características biocidas y Brásicas 17