Poscosecha La punicalagina, el secreto de la granada ¿Has oído hablar de este poderoso y muy beneficioso antioxidante de la familia de los polifenoles? ¿Quieres saber cómo beneficiarte de su consumo? La punicalagina de la granada se concentra, en un porcentaje del 70%, en la cascara y membranas de la fruta, partes que, como todos sabemos, no solemos comernos cuando nos tomamos una granada en fresco. ¿Cómo acceder entonces a este verdadero tesoro nutricional? Pues muy fácil: tomando esta punicalagina en modo de concentrado, zumo o, si se prefiere, en cápsulas de extracto. Se ha demostrado que, utilizando ciertos procesos de extracción, es posible trasladar la punicalagina a estos productos. Pepe Varela La punicalagina de la granada nos proporciona una larga lista de efectos biosaludadables que van desde la reducción de enfermedades cardiovasculares e infecciones bacterianas hasta la mejora de la memoria y el rendimiento físico. De todo esto sabe mucho el catedrático Ángel Carbonell Barrachina, quien dirige, dentro de la Universidad Miguel Hernández de Elche, el grupo de investigación Calidad y Seguridad Alimentaria (CSA) del Departamento de Tecnología Agroalimentaria de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (Universidad Miguel Hernández de Elche). El CSA, en colaboración con sus cola- boradores nacionales (CEBAS-CSIC) e internacionales (Kansas State University, EE UU) y Wroclaw University of Environmental and Life Sciences (Polonia), se ha convertido en un grupo de 70 referencia en estudios sobre la calidad de los alimentos (nutri- cional, sensorial y funcional). Por tanto, estamos frente a toda una referencia mundial de la materia. El profesor Ángel Carbonell Barrachina, que trabaja en colabo- ración con Marina Cano-Lamadrid, experta en tecnología de la alimentación y autora de varios artículos, señala que “para aprovechar todos los beneficios de la granada, deberíamos inge- rir 200 mg diarios de punicalagina. Sería ésta la única manera de conseguir unos efectos significativos sobre nuestra salud”. Eso sí, también en palabras de Ángel Carbonell, sería bueno que estuviéramos alerta para que no nos den gato por liebre “cuando un alimento se pone de moda (y la granada lo está)