Fertilización el aporte de N, de tal forma que la solución vertida al medio lleve un contenido mínimo de N. La utilización de aguas regeneradas de origen urbano aumenta la eficiencia del uso de los fertilizantes por su contenido en N y P (Contreras et al., 2013). Las técnicas de pro- ducción han de estar orientadas cada vez más a las exigencias del consumidor en cuanto a apariencia, sabor y medios de obtención del producto. En la provincia de Almería, en la campaña 2012/2013, el 79% de los agricultores de hortícolas bajo inver- nadero certificaron su producción al menos con una norma de calidad y el 35% con más de una. La más utilizada fue la Norma Global-GAP (49%) seguida de UNE 155001 (41%) y Producción Integrada (20%), en menor proporción también se utilizaron la Norma BCR, Global Standard for Food Safety y en último lugar Producción Ecológica (Escudero et al. 2016). Los mercados ofrecen un valor añadido a productos que se presenten con valores bajos en cuanto a la Huella Hídrica (cantidad de agua utilizada en su obtención) y la Huella de Carbono (nivel de contaminación de carbono en todo el proceso de producción) y cada vez son más exigentes en cuanto a los certificados de calidad que deben incluir los productos, por lo que habrá que seguir trabajando en la búsqueda de estra- tegias que impliquen una mayor calidad del producto y la rentabilidad de su producción.• 34 Para consultar los datos bibliográficos del artículo, visite: www.interempresas.net/A164276 El incremento de la salinidad en la solución nutritiva aportada durante la fase de fructificación aumentó la calidad del fruto de fresa sin afectar a la producción (Medrano et al. 2013).