empleo de amplias superficies y variedad de plantas reservorio para un correcto establecimiento de la fauna auxiliar, así como la detección precoz mediante observaciones y conteos de los primeros vuelos de pulgones, estando atentos en los periodos de mayor incidencia de esta plaga. Creontiades pallidus, chinches cuyos individuos adultos de esta especie son alargados de color verde o pardo-verdoso, de entre 0,8 y 1 cm de longitud y provistos de largas antenas, que suelen moverse en las flores y partes jóvenes de la planta. Se alimenta de pequeños insectos como mosca blanca y otros insectos chupadores, pero en ausencia de presa y si su población crece demasiado, pasa a alimentarse de los fluidos vegetales, siendo esa capacidad la que determina su actuación como plaga en determinados cultivos, principalmente en pimiento y berenjena. Actualmente no se conocen insectos auxiliares para el control de esta plaga, existiendo pocas materias activas para su control, por lo que las medidas preventivas son de gran importancia: colocar mallas (mínimo 10x20 hilos/cm2) en las aberturas late- rales, cenitales y puertas, y vigilar y controlar el estado de las mismas, sobre todo de las que coinciden con la dirección de los vientos dominantes; eliminar malas hierbas y restos de cultivo; usar trampas cromotrópicas adhesivas amarillas desde el inicio del cultivo para captura masiva de mosca blanca; o favorecer la instalación temprana y la proliferación de poblaciones de insectos auxiliares para mantener niveles bajos de mosca blanca, principal alimento del chinche, racionalizando el uso de produc- tos fitosanitarios compatibles. En cuanto a enfermedades, mediante estrategias de residuo mínimo quizás las más complicadas de manejar son Botrytis cinérea, pero sobretodo oídio. Actualmente existen diferentes sustancias que nos ayudan a prevenir la presencia de la enfer- medad mediante sustancias elicitoras, que minimizan y retrasan la aparición y virulencia de la enfermedad; productos micro- biológicos basados en Bacillus; biofungicidas como carbonato de hidrógeno de potasio; y sustancias minerales como azufre, compatibilizándolo con un adecuado manejo del clima para intentar mantener nuestros cultivos en regímenes de tempera- tura y humedad menos propensos a la presencia de enfermedad. En definitiva, es factible producir diferentes especies hortícolas con un uso racional de materias activas para obtener productos con un nivel de mínimo de residuos. Hay que seguir trabajando para poder desarrollar estrategias para la obtención de produc- tos agrícolas con residuo cero obtenidos bajo protocolos de producción integrada.• Foto detalle de cultivo y muestras de fruto de una parcela con manejo residuo cero. Residuo Cero Referencias bibliográficas • Creontiades pallidus. Ficha de transferencia número 8. Fundación Cajamar. F. Sola. 2015. 41