67 Introducción El estrés hídrico es el principal agente ambiental impli- cado en la pérdida de calidad de muchos frutos durante la postcosecha y su relevancia como tal se está incre- mentando en los últimos años conforme el cambio cli- mático se hace más evidente. En cítricos, el estrés hí- drico en el campo y durante la manipulación postcosecha causa importantes pérdidas relacionadas con el rendi- miento de las cosechas y con la aparición de desórdenes fisiológicos que deprecian la calidad externa el fruto. Es- tos desórdenes fisiológicos aparecen en prácticamente todas las áreas citrícolas del mundo e incluyen 'stem- end rind breakdown' (SERB), debido a la deshidratación prolongada (Albrigo, 1972) y colapso de la corteza (CC), debido a cambios en la humedad relativa (HR) ambiental durante la manipulación postcosecha (Alferez et al., 2003). Estos problemas, y en especial el CC, se están haciendo cada vez más comunes debido a una combina- ción de factores que incluyen períodos más prolongados de sequía en el campo, distancias cada vez mayores en el transporte hasta las plantas de procesado y mayores tiempos de espera de la fruta antes de pasar por la línea de confección (Romero et al., 2013). De hecho, aunque las condiciones climáticas generales en las diferentes zonas citrícolas difieren, existen elementos comunes en todas ellas. Cuando comparamos las condiciones climá- ticas de la Comunidad Valenciana, Florida y la zona de clima mediterráneo semiárido de Suráfrica vemos un pa- trón similar en la evolución de la HR ambiental durante la temporada de cosecha de las variedades más suscep- tibles a desarrollar CC. Así, en la Comunidad Valenciana la alteración es más prevalente tras varios días de viento seco de poniente, seguido de viento húmedo del medi- terráneo, condiciones muy frecuentes en Enero y Fe- brero, que coinciden con el final de la campaña de na- ranjas Navelina y principio de la campaña de Navelate. Estas condiciones de amplitud en la HR ambiental entre día y noche también se observan a finales de otoño y principios de invierno en Florida, coincidiendo con la cam- paña de la mandarina Fallglo. Finalmente, en la región más meridional de Suráfrica, de clima mediterráneo, también se observan condiciones de HR ambiental similares en los meses de Agosto y Septiembre (finales del invierno austral) lo que provoca la susceptibilidad de una variedad tardía como la naranja Valencia. El CC se caracteriza por áreas del flavedo de- primidas, que pueden afectar o no las glándulas de acei- te, pardeamientos y necrosis, todo lo cual deprecia el valor comercial de estos frutos (Fig. 1). En trabajos pre- vios se ha mostrado de forma experimental que un factor determinante del CC es el estrés por rehidratación (Alfe- rez et al., 2003), de forma que cuanto más se deshidrata un fruto antes de ser procesado, mayor es el daño que se induce en la piel al procesarlo (lavado y encerado) du- rante la postcosecha (Alferez et al., 2005). Asimismo, el procesado inmediato de los frutos antes de que la des- hidratación haya sido muy pronunciada, evita, en gran medida, los síntomas de CC durante la postcosecha. A pesar de los avances realizados en los últimos años en la comprensión de las causas que originan el CC y de que se ha establecido la alteración de la HR durante la mani- pulación postcosecha como una de sus causas funda- mentales, no se conocen en detalle las respuestas globales a nivel transcripcional y metabólico a este estrés por rehidratación, que difiere de la deshidratación, así como tampoco se conoce cómo la respuesta de albedo y flavedo a este tipo de estrés deriva en el daño en la piel. En este trabajo hemos estudiado los cambios en ex- presión génica global en la piel de frutos rehidratados después de haber sufrido estrés hídrico severo y de sus respectivos controles mantenidos a baja (30%) o alta (90%) HR y 20 °C durante un periodo de almacenamien- to prolongado. Para ello hemos diseñado una microma- triz en la que se incluyeron los 46147 ESTs descritos en la base de datos ‘citrusgenomedb.org’. Los datos se han analizado y visualizado mediante las herramientas bioin- formáticas FatiGO+ y MAPMAN, lo que nos ha permitido identificar aquellos procesos biológicos involucrados en la respuesta a las condiciones ensayadas y los cambios que tienen lugar en los frutos sometidos a rehidratación tras el estrés hídrico prolongado. Figura 1: Colapso de la corteza (CC) en frutos de de naranja Navelina (izq.) y mandarina Fallglo (dcha.). poscosecha