54 CONGRESOS Primera jornada: Genética, viticultura de precisión y terroir La primera tanda de comunicaciones se centró en el ma- terial vegetal, desde aspectos genéticos a otros más agronómicos. "La vía de la mejora genética, la profundi- zación en el genoma y el explicar los mecanismos de expresión de ciertos aspectos cualitativos a resistencias y adaptaciones, va a ser también un campo muy a tener en cuenta en los próximos años”, considera Enrique Gar- cía-Escudero. Entre las comunicaciones se presentaron estudios tan diversos como el de Adela Mena, del IVI- CAM, en el que, tras identificarse algunas variedades como posibles descendientes de Tempranillo, se con- cluyó que tres de ellas (Coloraíllo, Albillo Dorado y Mori- bel), posibles descendientes de su cruce con Moravia Dulce, cuentan con una especial idoneidad para producir uvas de calidad. Por otro lado, Javier Ibañez, del ICVV- CSIC, propuso una nueva metodología para generar co- lecciones nucleares en pasos secuenciales usando la estrategia M, con el fin de incrementar la representación de clases minoritarias en la colección nuclear y mejorar los resultados de los análisis de asociación genética con ciertos caracteres de interés comercial y agronómico cu- yas clases deseadas ocurren en baja frecuencia. En la segunda sesión técnica, moderada por Javier Tar- dáguila, investigador principal del Grupo Televitis, el pro- tagonismo recayó en las nuevas tecnologías en la viti- cultura, un tema que crea tanta expectación como recelo entre los propios investigadores, por el uso que se pueda hacer de ella para la gestión de la vid. "Las nuevas tec- nologías influirán de una forma positiva, siempre y cuando el viticultor como usuario sea consciente real- mente de la herramienta que tiene entre manos”, sen- tenciaba García-Escudero. Hipólito Medrano, emérito investigador de la Universidad de las Islas Baleares, mostró los ensayos llevados a cabo con drones, una herramienta útil para obtener informa- ción, en alta resolución, del estado hídrico de los viñedos y que podría mejorar la evaluación y programación del riego. Esta tecnología también podría ser útil para ensa- yos en campo, como la fenotipificación de cultivo en di- ferentes entornos, relaciones entre vástago y portainjer- tos, y otros estudios que requieren información en planta a escala de campo. María Paz Diago, de la Universidad de La Rioja, fue la encargada de ofrecer una revisión de los últimos avances en la monitorización próxima del viñedo mediante dife- rentes tecnologías no invasivas: análisis de imagen RGB e hiperespectral; la termografía; los sensores basados en la fluorescencia de la clorofila, y la famosa espectros- copia de infrarrojo cercano (NIR). El tema creó un acalo- rado debate posterior, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de técnicas que hablan de estimaciones de producción, de predicciones del color del vino, e incluso de clasificar e identificar rápidamente variedades y clones de vid a partir de imágenes hiperespectrales. José Blasco, del IVIA, tuvo la oportunidad de presentar un nuevo método para evaluar la compacidad del racimo mediante el análisis de imagen. El modelo PLS, cons- truido a partir de diferentes características del racimo, mostró una capacidad de predicción del 85,3% para el conjunto de los 90 racimos de las nueve variedades es- tudiadas. Las variables que demostraron ser más discri- minantes están altamente correlacionadas con el grado de agregación de las bayas en el racimo y con su forma. La primera jornada, antes de la visita guiada por las ex- celentes instalaciones de la Bodega Experimental La Grajera, la cerró la sesión sobre el terroir y la adaptación a un escenario de cambio de climático, moderada por Felicidad de Herralde, investigadora del Irta. En ella pu- dimos conocer un estudio, presentado por Carlos Mi- randa (UPN), en el que las relaciones alométricas aplica- das sobre una exhaustiva base de datos de crecimiento vegetativo y producción para viñedos de Tempranillo, Garnacha, Graciano y Cabernet cultivados en Navarra y panorama