39 INVESTIGACIÓN Las instalaciones cuentan actualmente con 32 invernade- ros, de diferentes geometrías y extensiones, desde los 430 hasta los 2.400 m2, escogidos en función del ensayo a realizar. “Se intenta buscar una dimensión representa- tiva, midiendo muy bien los parámetros de todo lo que sucede dentro del invernadero (temperatura, humedad, radiación, etc.), para poder después extrapolarlo a otras condiciones”, matiza Juan Carlos López, responsable en Tecnología de Invernaderos de la Estación. “En la Estación tenemos desde el típico invernadero pa- rral almeriense hasta otros más avanzados tipo Multitúnel o Multicapilla, siempre encaminados a buscar mejoras en el clima dentro del invernadero, principalmente radiación y temperatura. En nuestra región el blanqueo sigue sien- do, a día de hoy, por razones económicas, el método más utilizado para reducir la temperatura en el invernadero y también la temperatura de la planta”. En lo referente a la estructura de los propios invernade- de trabajo en este terreno están encaminadas a la mejora en la radiación y a la refrigeración. “El exceso de hume- dad es uno de los grandes problemas en los periodos de otoño-invierno, ya que provocan enfermedades cada vez más difíciles de combatir. Por ello, mejorar la refrigera- ción del invernadero resulta de vital importancia”, remar- ca Juan Carlos López. Entre los múltiples proyectos que pudimos observar du- rante nuestra estancia en los invernaderos de la Estación Experimental Las Palmerillas destacamos uno llevado a cabo conjuntamente con el Grupo de Lenguaje y Com- putación de la UAL, centrado en el control de clima a tra- vés del desarrollo de nuevos algoritmos para el control de la calefacción y la apertura de ventanas, al que este año se añade un nuevo sistema de deshumidificación. “En este mismo invernadero se lleva años trabajando con calefacción por biomasa, donde además de evaluar la eficiencia de los biocombustibles tradicionales (cásca- ra de almendra, hueso de aceituna, pino, etc.) también ros, un elemento esencial como el plástico para cubierta de invernadero se ha ido desarrollando junto a las empre- sas fabricantes de la zona. “Los primeros se degradaban rápidamente, después empezaron a aparecer los de dos y tres campañas, hasta los actuales que ya pueden durar más de tres años. Todos ellos han sido probados aquí en la Estación. Lo mismo ha ocurrido con la mejora de la ra- diación dentro de invernadero, estudiando factores como la radiación difusa; y con el aporte de calor o la refrigera- ción, gracias a los estudios llevados a cabo con plásticos térmicos o anti-térmicos”, apunta. Las principales líneas trabajamos con residuos propios del invernadero, siem- pre con el objetivo de mejorar tanto la producción como la calidad gracias a una aportación extra de calor durante el periodo de invierno”, añadía sobre el terreno el res- ponsable técnico de Tecnología de Invernaderos de Las Palmerillas. “Incluso recuperamos el CO2 generado en el invernadero, en este caso mediante carbón activo, y lo volvemos a inyectar en su interior”. En otro invernadero nos acercamos a un estudio de pro- ducción de tomate en fibra de coco, un sustrato al alza panorama