27 FERTIRRIGACIÓN Introducción En la producción de fresas en sistemas protegidos está muy extendido el manejo del riego a partir del conoci- miento de los parámetros climáticos y la humedad del suelo (Gavilán et al., 2014). Sin embargo, los sistemas para el control de la nutrición no han tenido el mismo grado de desarrollo. La fertirrigación de la fresa en la pro- vincia de Huelva tiene un periodo crítico que influye en una menor asimilación de nutrientes que coincide con temperaturas bajas del suelo, inferiores a 12 °C, volumen reducido de raíces al comienzo de la plantación, pocas horas luz, menor actividad fotosintética, plantas forzadas para crecer rápidamente, elevada humedad relativa y baja transpiración. Además, en gran parte de la provincia de Huelva la fresa se cultiva en suelos arenosos, con un 90-95% de arena, pobres en materia orgánica (0,5%), baja C.E. (0,8 mS cm-1 Ext. Sat.), con un escaso poder de retención de agua y nutrientes y con aguas de riego de muy baja salinidad, que en general tampoco aportan nutrientes. Este cultivo se riega con alta frecuencia, con volúmenes importantes de agua que implican un importante riesgo de lavado de nutrientes. En cierto modo, se puede considerar como un cultivo hidropónico. Por todo ello, la tendencia en la zona es fertirrigar por concentración de nutrientes equi- librados en el agua de riego, como se hace en cultivo hidropónico. Los pocos trabajos sobre fertirrigación en fresa en Huelva se han realizado en los comienzos del cultivo y con varie- dades antiguas (Cadahía, 1988). Los estudios sobre las relaciones que existen entre absorción mineral y consu- mo de agua concluyen que cuando se estudian a largo plazo estos dos procesos aparecen generalmente vincu- lados, aunque existen diferencias en condiciones de estrés, sugiriendo que ambos procesos no están influen- ciados con igual intensidad por las condiciones medioam- bientales. Para niveles de consumo de agua bajos (inferiores a 12 l planta-1 mes-1) existe una clara relación lineal entre la absorción de agua y de nutrientes (Duchein et al., 1994). Sin embargo, esta relación no se mantiene para valores elevados de consumo de agua, indicando que la absorción mineral está afectada por otros factores como la temperatura del suelo además de por la absor- ción de agua. En colaboración con los estudios que está realizando el Ifapa sobre las necesidades de agua y mejora del riego de este cultivo, Gat Fertiliquidos, se incorporó para estu- diar su fertilización, y poder ayudar a fertirrigar de forma más eficiente. Al comenzar los ensayos de riego se plan- teaba la duda de si al bajar el volumen de agua de riego al cultivo, y con las concentraciones de fertilizantes que actualmente se aplican, al recibir menos agua y menos fertilizante, este segundo sería limitante para el cultivo y se tendría que aumentar su concentración. tecnología