69 Granadas cultivadas bajo condiciones de riego deficitario y almacenadas durante 90 días a 5 °C. Introducción La granada (Punica granatum L.) se cultiva prin- cipalmente en zonas semi-áridas templadas a climas subtropicales, estando naturalmente adaptada a las regiones con veranos calientes e inviernos fríos como los países mediterráneos, Afganistán, Irán, India, China, Japón, y Estados Unidos, California. Las posibilidades de expansión en las zonas áridas y semi-áridas del mundo son enor- mes, especialmente donde la salinidad y la escasez de agua son factores limitantes para otros cultivos. La reco- lección de la granada en el hemisferio norte comienza a mediados de septiembre (para las variedades más tem- pranas) y finaliza a mediados de noviembre (para las va- riedades más tardías). El tamaño de los frutos está determinado principalmente por el número de semillas que contenga en su interior, resultado directo de la polini- zación (Melgarejo et al, 1997). El estado de madurez de la fruta de granada se suele evaluar en base al color externo (piel) y al color del jugo y su acidez. De manera similar, la aceptabilidad de la granada para el consumidor y procesa- dor depende de una combinación de la calidad de varios atributos, relacionados con las propiedades físico-quími- cas y mecánicas, como color de la piel, ausencia de de- fectos físicos, contenido de azúcar, acidez y sabor. La fruta de granada se consume directamente como arilos frescos o como zumo fresco. En muchas partes del mundo, los arilos de granada se utilizan también como guarnición de ensaladas (Al-Maiman y Ahmad, 2002) y en fabricación de zumo, mermelada, granadina o vino. La demanda y consumo de granada (Punica granatum L.) a nivel mundial se encuentra en continuo aumento debido a su alto contenido en antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud. Asimismo, la granada es un fruto que se adapta bien al procesado mínimo, facilitando enormemente su consumo, si bien esta forma de comer- cialización es aún insipiente. El área mediterránea es una de las zonas de España con mayor producción de frutas y hortalizas, pero también una de las que más sufre la es- casez de recursos hídricos. Con el fin de optimizar el uso del agua en la agricultura se ha desarrollado, entre otras alternativas, el riego deficitario. Esta técnica consiste en que la irrigación se aplica durante las fases críticas o sen- sibles a la sequía del cultivo. Fuera de esos periodos, la irrigación se restringe, pues se trata de fases fenológicas donde la escasez de agua puede ser tolerada. Resultados preliminares sobre el manejo del riego deficitario (RD) en el cultivo del granado permiten suponer que esta práctica puede dar buenos resultados. No existían hasta el mo- mento trabajos en el ámbito científico que analizaran el comportamiento poscosecha de la granada cultivada bajo condiciones de RD. Material vegetal El material vegetal utilizado fueron frutos de granada, del cultivar ‘Mollar de Elche’, cosechados en la Hacienda San Miguel de Alhama, Murcia. Los estudios se desarrollaron durante tres años con granada proveniente de tratamien- tos de RD y comparadas siempre con un control sin res- tricciones hídricas. Así, en el primer año el RD consistió en aportar un 41,51% menos de agua que en el control (RD-FC), en el segundo hubo dos tratamientos de RD que aportaron 28,84% menos que en el control, diferencián- dose entre sí sólo en los momentos de riego y restricción (RD-FC y RD-SA) y en el tercero hubo dos tratamientos de RD que aportaron 5,71% (RD16d) y 10,61% (RD26d) menos que el control. Las granadas fueron analizadas en cuanto a su fisiología, composición físico-química, calidad nutricional, microbiológica y organoléptica, tanto al mo- mento de la cosecha como su evolución durante el alma- cenamiento refrigerado (5 °C) durante 90 días en aire y en una atmósfera controlada con 5 kPa de O2 y 10 kPa de CO2. Al mismo tiempo, se analizó su respuesta ante el procesado mínimo y envasado en atmósfera modificada, tanto inmediatamente después de la cosecha como en distintos momentos del almacenamiento. Sobre los arilos se aplicaron también diferentes tratamientos de desinfec- ción alternativos al hipoclorito de sodio, tanto para prolon- gar la vida útil del producto como para mejorar su calidad. Principales resultados Parámetros físico-químicos Los frutos del control fueron, especialmente durante la primera campaña, de más diámetro polar y ecuatorial y de poscosecha