mento. No es por tanto extraño que el hombre pensó ya hace tiempo en extraerlos para el control de plagas y pos- teriormente consiguió sintetizarlos para una aplicación ma- siva a un precio razonable; es el origen de varias materias insecticidas de amplia utilización. Otras materias insectici- das han encontrado su origen en otras fuentes naturales como diversos microorganismos y organismos marinos. Su uso, sin embargo, es en ocasiones muy confuso; con- viven en la misma denominación productos de naturaleza y modo de acción razonablemente conocidos y con efica- cia demostrada con otros mucho menos contrastados. Creo que sería necesario poner un poco de orden en ese sector; se beneficiarían los productos mejores. La GIP en horticultura La GIP en las hortícolas intensivas y, sobre todo, en las pro- tegidas ha avanzado espectacularmente en lo que va de siglo. En Cataluña el sector es relativamente pequeño si lo comparamos con Almería, Murcia y Huelva, pero nos per- mitió en los años 80 y 90 del siglo pasado aprovechar pri- mero la experiencia de los invernaderos de Holanda e Inglaterra y posteriormente desarrollar nuestro propio sis- tema muy basado en la conservación de los depredadores y parasitoides que están presentes en el entorno de los in- vernaderos mediterráneos. En el sur, el escenario estaba preparado para la explosión del uso de control biológico antes de que lo hiciera en los primeros años de este siglo; el campo de Cartagena ya había conseguido cubrir la mayor parte de superficie de pimiento con el control bioló- gico de trips, moscas blancas y otras plagas pero fue el es- cándalo de los residuos de fitosanitarios no autorizados en algunas verduras lo que animó a emplear masivamente el control biológico en Almería y resto de Murcia. Creo que hay retos todavía a los que responder; en mi opinión está pendiente sacar partido de los enemigos naturales que hay en el entorno de los invernaderos para no tener que estar soltando tantas especies en el mismo cultivo. También sigue pendiente una mejor utilización del control biológico en la producción de fresa. Pero para eso es necesario re- forzar la I+D pegada al terreno en los lugares en donde el cultivo hortícola protegido es el principal medio de vida.I Ramón Albajes es catedrático de la Universitat de Lleida, en el departamento de Producción Vegetal y Ciencia Forestal, y especialista de Agrotecnio Center, del Irta.