35 RIEGO déficit de presión de vapor (Fig. 1a, b). Se puede observar también la rápida respuesta de los sensores ECH2O y SF- S10 a los pulsos de riego, en forma de picos sucesivos (Fig. 1b). Durante el pe- ríodo de estudio, se manipuló el aporte de agua de riego para detectar la res- puesta fisiológica al estrés hídrico en ambos tratamientos. En el tratamiento seco se detuvo el riego a finales de mayo, resultando en un descenso en la humedad volumétrica hasta valores in- feriores al 15%, y provocando una re- ducción en la tasa de crecimiento del tronco (Fig. 1c). A mediados del mes de junio volvió a detenerse el riego en ambos tratamientos; el dendrómetro detectó, en ambos casos, descensos en la tasa de crecimiento (Fig. 1c). Observando estos últimos datos con más detalle (Fig. 2) vemos como la cepa piloto en el tratamiento húmedo, reto- ma el ritmo de crecimiento previo a la situación de estrés cuando se restituye el riego (Fig. 2a, b), mientras que la cepa del tratamiento seco no reacciona pese a los nuevos aportes de agua (Fig. 2a, c). Este pequeño periodo sin irrigación tuvo lugar justo antes del envero, duran- te el cual se produce una notable des- aceleración del crecimiento e incluso el decrecimiento del tronco (Intrigliolo and Castel 2007; Sellés et al. 2004). En las cepas del tratamiento seco la conjun- ción del efecto del déficit hídrico y la competencia del fruto por los fotoasimi- lados (Williams 1997) pudieron causar el decrecimiento irreversible observado. Al final del período de medida, las plan- tas del TS acumularon 1 mm de creci- miento en grosor mientras que las del TH llegaron a los 3 mm. Humedad y dendrometria (MCD & CD) Los valores de MCD del tronco presen- tan una mayor amplitud en el caso del Figura 1. Figura 2. tecnología