48 PRODUCCIÓN Respecto de la evolución fenológica de las plantas de to- mate, así como del número de pomos por plantas no se obtuvieron diferencias significativas entre las plantas E y NE, ni tampoco entre sus tratamientos (C0, BS, BP 0,4% y BP 0,8%). Por lo que hace referencia al SPAD (concen- tración de clorofilas) (Fig. 2) sucede algo parecido a lo in- dicado en el caso de la altura. No se aprecian diferencias significativas dentro de los tratamientos de las plantas E o dentro de las plantas NE, sin embargo sí que aparecen diferencias significativas entre las plantas E y las NE a lo largo del ciclo. Como indica la Fig. 2, excepto para las dos primeras fechas de control, los valores de Ud SPAD re- cogidos en las plantas E siempre son superiores a los va- lores obtenidos de las plantas cultivadas en condiciones no salinas (NE), coincidiendo con Heuvelink et al, 2003; esto es habitual en plantas que crecen en condiciones de salinidad moderadas sin que la concentración llegue a ser fitotóxica. Por otro lado, los resultados son coincidentes con Cuartero (1995) cuando indican como las plantas en estas condiciones de salinidad moderada poseen un color verde más intenso que el del resto de plantas, lo que re- percute en unos mayores valores de Ud SPAD. Respecto de los valores obtenidos con la variable Fluo- rescencia, así como en la fotosíntesis potencial y la trans- piración, no se recogieron diferencias entre los diferentes tratamientos a los que se sometieron los distintos grupos de plantas. Solamente se detectaron las lógicas diferen- cias entre las plantas estresadas (plantas E) y las no es- tresadas (plantas NE) siempre a favor de las no estresadas, coincidiendo con lo indicado por Wang et al (2011). Sin embargo tras el shock salino al que fueron sometidas las plantas E (72 ddt), sí que se recogieron resultados más significativos; en este sentido respecto del Índice de Mortalidad (IM) los resultados ponen en evidencia aspec- tos muy significativos en cuanto a la diferencia de com- portamiento entre unas plantas de tomate y otras en función de la aplicación foliar a la que han sido sometidas durante el crecimiento. Los datos obtenidos para el IM se muestran en la Fig. 3. Como queda reflejado, el porcentaje de plantas muertas en las plantas C0 y BS es muy superior al que se ha pro- ducido en el resto de tratamientos. Esto significa que las plantas que no han recibido aditivo PRO en los tratamien- tos foliares son mucho más sensibles a las condiciones Figura 1: Evolución de la altura de las plantas (ns: no hay diferencias significa- tivas; letras diferentes indican tratamientos diferentes –Duncan, p<0,05-). Figura 2: Evolución del SPAD (contenido de clorofila en hoja) en las plantas de tomate durante el periodo de desarrollo del cultivo (ns, *, **, ***: no signifi- cativo o significativo a p<0.05, 0.01 ó 0.001 respectivamente; letras diferentes en la misma fecha de control indican tratamientos diferentes - Duncan, p<0.05). Figura 3: Índice de Mortalidad (IM) de las plantas de tomate tras el shock salino sufrido 72 días después del transplante. tecnología