horticultura poscosecha 61 Figura 1: Detalle de los electrodos paralelos del equipo de radiofrecuencias entre los que pasa la fruta. Casals et al. (2010) y Sisquella et al. (2011) ya demostraron el potencial del uso de las radio- frecuencias para controlar la podredumbre parda en melocotón, sin embargo, este mismo trata- miento no fue efectivo en nectarinas. La gran variabilidad entre las temperaturas alcanzadas por los frutos que puede afectar tanto a la eficacia del tratamiento como a la calidad del fruto es uno de los principales problemas aso- ciados a los tratamiento por radiofrecuencias (Tang et al., 2000). Esta variabilidad no sólo se atribuye a diferencias entre las propiedades dieléctricas sino también a diferencias entre tamaños de fruta así como al medio circundarte (Birla et al., 2008). Ikediala et al. (2002) sugirió la inmersión de la fruta en agua como método para solucionar los problemas de variabilidad de los tratamientos de radiofrecuencias. En el presente estudio, se evaluó la mejora del tratamiento de radiofrecuencias mediante su aplicación con la fruta sumergida en agua para controlar la podredumbre parda en melocotones y nectarinas. Material y métodos Equipo de radiofrecuencias: Todos los ex- perimentos se realizaron con un equipo de ra- diofrecuencias semi-industrial (Stalam S.p.A, Nove, Italia) con 15 kW de potencia nominal máxima y una frecuencia de 27,12 MHz. El campo eléctrico se generó entre dos electrodos paralelos de 150 cm x 100 cm entre los cuales se introdujo la fruta mediante una cinta trans- portadora continua (Figura 1). En los experimentos donde la fruta se trató sumergida en agua, el voltaje se fijó a 5800 V y la distancia entre electrodos a 112 mm. En este caso, la fruta a temperatura ambiente se introdujo en un reci- pientecon2ldeaguaa20°Cysecolocó sobre la cinta transportadora. Por el contrario, en los tratamientos donde las radiofrecuencias se aplicaron sin inmersión en agua, la fruta se colocó directamente en la cinta transportadora con el punto de inoculación alineado con el electrodo superior y las radio- frecuencias se aplicaron durante 18 min utilizando las condiciones descritas por Casals et al. (2010) y Sisquella et al. (2011). En todos los experi- mentos, la evolución de la temperatura interna durante el tratamiento se midió con un sensor insertado 1 cm en el interior del fruto y además inmediatamente después de los tratamientos, la temperatura externa del fruto se midió con un termómetro de infrarrojos. Tiempo de exposición: Para determinar el tiempo necesario de exposición del tratamiento de radiofrecuencias con la fruta sumergida en agua sin causar daños externos en la fruta se utilizaron melocotones ‘Baby Gold 6’ y nectarinas ‘Fantasia’. Estos previamente se inocularon con ‘Monilinia’ y posteriormente se sumergieron en agua a 20 °C y se trataron por radiofrecuencias durante 6,4, 7,5 y 9 min. En otro experimento, se realizó lo mismo en melocotones ‘Summer Rich’ y nectarinas ‘Big Top’ pero esta vez el tra- tamiento de radiofrecuencias se aplicó durante 9, 12 y 18 min. Un lote de fruta inoculada de cada variedad se sumergió en agua a 20 °C pero no se trató y se utilizó como control. Cada tratamiento constó de 4 repeticiones de 8 frutos cada una. Después de conservar la fruta durante 5díasa20°Cy85%deHRserealizólalectura del número de frutos podridos. Influencia del tamaño en la eficacia de las radiofrecuencias con y sin immersión: Para determinar la influencia del tamaño del fruto sobre la eficacia del tratamiento de radio- frecuencias sin inmersión de la fruta en agua se utilizaron melocotones ‘Summer Rich’ de di- ferentesdiámetros,65±3,75±3y85±3mm inoculados con ‘Monilinia’. En este caso, los melocotones se colocaron sobre la cinta trans- portadora y se trataron por radiofrecuencias durante 18 min. Para el tratamiento de radio- frecuencias con la fruta sumergida en agua se utilizaron melocotones ‘Baby Gold 6’ de los si- guientesdiámetros,65±2,70±2y75±2mm. Estos se inocularon igualmente con ‘Monilinia’ y posteriormente se sumergieron en agua a PoSCoSeChA