PRODUCCIÓN horticultura 26 La luz ultravioleta, una nueva herramienta para la horticultura Una manipulacion precisa de la luz ultravioleta que llega a los cultivos permite me- jorar diferentes aspectos de la producción: la forma y el color de las plantas, la pre- cocidad de los cosechas y una mejora en el control de plagas y enfermedades. Nigel Paul (Lancaster University, Reino Unido) Alberto Fereres, Instituto de Ciencias Agrarias del CSIC, (ICA-CSIC, Madrid) Javier Martínez-Abaigar (Universidad de La Rioja, Logroño) En gran medida, los sistemas modernos de producción hortícola se basan en la apli- cación de numerosos avances científicos importados de la biología de las cosechas y del suelo. Por ejemplo, el desarrollo de sustratos y fertilizantes innovadores depende de una com- prensión adecuada de las propiedades fisico- químicas de los materiales utilizados como sus- trato y de los mecanismos por los cuales las plantas acceden a los nutrientes y los usan. Igualmente, las técnicas de riego se benefician cada vez más de los últimos hallazgos sobre la regulación del balance hídrico de las plantas. Todo ello convierte a la luz en el único factor clave, indispensable para el crecimiento vegetal, en relación con el cual los sistemas productivos todavía no han sacado el máximo partido a los avances de la ciencia subyacente. En los cultivos crecidos en condiciones de campo raramente Figura 1: Comparación de la fracción UV de la luz solar recibida en condiciones naturales (verde) y bajo diferentes plásticos comerciales: estándar (azul), transparente a la luz UV (rojo) y opaca a la luz UV (negro). Nótese que la luz recibida por la planta bajo el plástico transparente es muy parecida a las condiciones naturales. El plástico estándar bloquea prácticamente toda la UV-B (280-315 nm de longitud de onda) y gran parte de la UV-A (315-400 nm), mientras que la opaca a la luz UV transmite únicamente una pequeña parte de UV-A de onda larga. es posible “manejar” la luz, pero esto es radi- calmente diferente en los cultivos protegidos, donde tanto los materiales de revestimiento como el uso de iluminación artificial permiten ese manejo. Los suplementos luminosos están basados, al menos parcialmente, en los reque- rimientos de luz de la fotosíntesis, pero en la práctica están mucho más condicionados por los costes energéticos y otros aspectos econó- micos. No obstante, las plantas utilizan la luz para mucho más que la fotosíntesis, ya que a menudo supone un estímulo vital para controlar