El pulverizador hidráulico es capaz de dar respuesta a diferentes tipos de agricultores pudiendo llevar barras horizontales para cultivos bajos, o barras verticales, utilizadas en viñedo y arbo- lado, y siendo su característica principal la uniformidad en el tratamiento gracias al solapamiento de las boquillas contiguas. La anchura de trabajo es la longitud de sus barras portaboquillas. La variedad en el mercado es enorme, siendo normalmente el tamaño de la cuba el que determina el diseño: hasta los 1.000 l suele ser suspendido, de 1.000 a los 4.000 l arrastrado, y cuando supera los 4.000 l suele ser automotriz. Barras de tratamiento Aunque pueden ser largas y horizontales para el tratamiento de cultivos herbáceos, también pueden ser cortas y verticales para tratamientos de árboles y emparrados. Sobre las barras se disponen las boquillas. Las barras horizontales deben ser mecánicamente robustas a la vez que no pesadas para no lastrar el sistema. Hasta anchuras menores a 10 m las barras son de construcción simple, pero al superar los 15 m se buscan diseños del tipo reticular imitando el trabajo en cercha para mejorar la robustez con peso liviano. Lo normal es que vayan en 3 tramos y para su extensión se puede optar por el sistema manual mecánico o bien en los equipos más grandes por medio de cilindros hidráulicos. La boquilla debe circular próxima al objetivo pues la energía conferida a la gota es exclusivamente hidráulica. 0,35 a 0,65 (se reduce a medida que aumenta el volumen aplicado) • Boquillas por metro: De 1,5 a 2,25 m El atomizador o pulverizador hidroneumático Cuando a un pulverizador hidráulico se le asocia un ventilador para producir una corriente de aire de gran caudal lo que se consigue es un atomizador. Como anteriormente descrito al pulverizador se le considera como ‘el rey de la aplicación’, por lo que es de justicia definir al atomizador como el ‘rey’ en la protección fitosanitaria de plantaciones frutales. El ‘caldo’ se rompe en forma de gotas en las boquillas hidráuli- cas, pero en este caso el transporte al interior de la masa vegetal se logra mediante aire forzado producido por un ventilador de flujo axial. Las boquillas se colocan en torno a la circunferencia de emisión y aunque su número oscila entre 8 y 30, normalmente van de 10 a 15. Suelen ser de tipo turbulencia o bien chorro plano. Se pueden ver modificaciones personalizadas como alerones para olivo o vid o incluso trabajar en el interior de invernaderos con ‘cañón’. Atomizador arrastrado de General. Especificaciones de diseño y características de su trabajo • Anchura de trabajo: 6 a 12 m • Masa en vacío: suspendidos: 200 a 1.000 kg; arrastrados: 1.000 a 2.500 kg • Presiones de trabajo normales: entre 5 y 20 bar • Potencia recomendada: suspendidos: 50 a 75 CV; arras- trados: 75 a 100 CV • Velocidad de trabajo: 2 a 6 km/h • Tamaño turbina: 700 a 1.200 mm con aspas de duralumi- Maquinaria Suspendido Arrastrado Depósito (L) < 1.000 1.000 – 4.000 Bomba (L/h) 30 – 150 100 – 250 Apertura de barras de pulverizador Gil. Especificaciones de diseño y características de su trabajo • Anchura de trabajo: Lo normal es contar con longitudes entre 8 y 20 m (se recomienda que las anchuras sea múltiplo impar de la anchura de siembra). Aunque los hay mayores que se alejan mucho de la generalidad • Masa en vacío: suspendidos: 200 a 1.000 kg; arrastrados: 1.000 a 2.500 kg • Potencia recomendada: suspendidos: 50 a 80 CV; arras- trados: 75 a 100 CV • Velocidad de trabajo: 5,0 a 12,0 km/h; eficiencia en parcela: nio, PVC endurecido con vidrio, nylon... 15