Arroz septiembre del 2015 estoy desarrollando un proyecto financiado por el Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad y cofinanciado con fondos FEDER. El proyecto cuenta también con la tutela de la Dra. Sesma y lo llevo a cabo asociado al mismo laborato- rio. El reto de la investigación es identificar nuevas proteínas implicadas en la adaptación del hongo Magnaporthe oryzae al medio externo. Este es un proceso esencial para que el hongo sea capaz de infectar. También estoy analizando cómo se modu- lan, la expresión de genes implicados en la ruta de señalización de TOR (componente esencial de las rutas de censado de nutrientes de todas las células eucariotas) a nivel post-transcripcional. Este novedoso trabajo espero identificar los vínculos existentes entre el procesamiento de pre-mRNA en su extremo 3’ y la ruta TOR. Además analizaré cómo estos dos procesos regulan la expresión y función de genes del hongo relacionados con la infección (Franceschetti et al., 2011; Loewith & Hall, 2011; Rodriguez-Romero et al., 2014; Yu et al., 2014). En resumen, espero encontrar nuevas conexiones en la ruta TOR y otras vías de seña- lización en Magnaporthe oryzae. Dado el importante papel que desempeña esta ruta en el crecimiento del hongo, los nuevos genes identificados como resultado de mi proyecto podrían ser claramente dianas para el desarrollo de moléculas inhibidoras y de control de este devastador patógeno. Evidentemente, todos los conocimientos a nivel molecular que nos ayuden a entender como el hongo se desarrolla y dispersa, nos pueden servir para buscar nuevas estrategias para combatir esta grave enfermedad del arroz, que como hemos dicho produce grandes pérdidas económicas. La piricularia no solo afecta al arroz. En el año 1985 se detectó en el estado de Paraná (Brasil) el primer caso de epidemia de esta enfermedad en trigo. También han surgido casos en Paraguay, Bolivia e incluso en Bangladesh. Recientes casos de infección de campos de trigo en estas regiones nos da una idea del riesgo de Magnaporthe si empieza a infectar, de forma común, a estos cultivos de cereales. Debido a la sepa- ración genética entre las estirpes que infectan trigo y arroz se propuso el cambio de nombre a Pyricularia tritici para aquellas estirpes que infectan trigo (Zhang et al., 2011). Por supuesto no existen tratamientos efectivos y de cultivares resistentes en trigo. Sabemos que M. oryzae también puede infectar otros cereales como centeno, cebada y triticale. El pasado 26 de abril la prestigiosa revista científica 'Nature' publicó en su sección de noticias el devasta- dor efecto de Magnaporthe sobre los campos de trigo en Bangladesh (Callaway, 2016). En distintas regiones de Bangladesh 15.500 hectáreas de trigo han sido infectadas por Pyricularia tritici. Actualmente existe una preocupación mundial por la posibilidad de la expansión de este patógeno a otras áreas geográficas donde el trigo tiene mucha más importancia econó- mica que el arroz, como por ejemplo, Europa o Rusia. Finalmente, ¿cuáles son las vías actuales para inten- tar atajar este problema? En una reciente reunión de investigadores de M. oryzae que se llevó a cabo en 8 Equipo del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas UPM-INIA.