XYLELLA FASTIDIOSA 30 localizados en contextos regionales muy específicos, por lo que la mayor parte de los mapas de distribución potencial existen- tes no hacían más que representar (extrapolar) una parte de la realidad. Sin embargo, en esta investigación, el mapa de distri- bución potencial global de Xylella fastidiosa se construye con el conjunto más amplio de registros de presencia de la bacteria, esto es, integrando los casos positivos detectados en todo el mundo en condiciones de campo, y desarrollando un ensamblaje de modelos de distribución potencial global, a partir de métodos estadísticos avanzados que relacionan registros de presencia y factores bioclimáticos. De este modo, los autores respondieron a la primera cuestión. 2. ¿Qué zonas estarían más expuestas a Xylella fastidiosa si considerásemos, además, los factores o drivers que propician la propagación de esta bacteria fitopatógena? Para responder a la segunda cuestión, los investigadores desa- rrollaron un flujo de trabajo híbrido en el que combinaron los resultados del modelo global y técnicas de evaluación multicri- terio aplicadas en un contexto regional (Península Ibérica e Islas Baleares), para estimar conjuntamente mediante técnicas de superposición borrosa (fuzzy logic) la idoneidad bioclimática y los drivers (factores involucrados en la entrada y dispersión) que pueden condicionar regionalmente la exposición del patógeno en los principales agrosistemas y ecosistemas de la Península Ibérica e Islas Baleares. Resultados Distribución potencial global de Xylella fastidiosa En este punto, presentamos la cartografía de los resulta- dos obtenidos (Figura 2). Nuestros modelos estimaron un área de distribución potencial global para Xylella fastidiosa que abarca espacios tropicales, subtropicales y templados situados en todos los continentes (con la excepción de la Antártida), aunque con especial idoneidad en los espacios subtropicales húmedos y dominios de clima templado (Grupo C, de acuerdo con la clasificación climática de Köppen), en los que las temperaturas mínimas permiten la supervivencia del patógeno (Feil & Purcell, 2001). En el continente americano, origen de la diáspora de X. fasti- diosa, es donde encontramos las áreas más favorables para el patógeno. Destacan el sureste de los Estados Unidos (regiones del Atlántico Sur, Centro Sureste, Centro Oeste y Pacífico), el sureste de Brasil (regiones Sur y Sudeste) y un importante pasillo de favorabilidad que conecta los dos hemisferios del con- tinente, en el piedemonte de la gran cordillera. Por tanto, en este continente encontramos dos grandes factores para su estableci- miento y propagación: favorabilidad y conectividad. De acuerdo con nuestros modelos, X. fastidiosa también encontraría gran- des áreas favorables en el sur y sudeste del continente africano, donde no se ha informado aún de la presencia del patógeno, lo cual no significa que la bacteria no haya llegado, dado que en muchos países africanos no existen controles fitosanitarios. Australia es otra de las extensas áreas en las que X. fastidiosa no ha sido detectada todavía. Sin embargo, este subcontinente presenta unas condiciones bioclimáticas muy favorables para su establecimiento en el sector oriental, donde predomina un clima templado lluvioso, similar a los climas donde la bacteria encuen- tra su máxima favorabilidad en América. Precisamente, en las áreas subtropicales de clima lluvioso es donde nuestros mode- los estimaron el ambiente de máxima favorabilidad bioclimática para el establecimiento de X. fastidiosa, áreas como el sudeste del continente asiático, donde predomina el denominado clima chino (Clima Cfa, de acuerdo a Köppen) clima que parece el más favorable para el establecimiento de este patógeno. En el continente euroasiático, se proyecta un importante corre- dor favorable que conecta la península Ibérica y el extremo oriental del continente asiático y que transita por zonas emi- nentemente subtropicales en ambas fachadas de la cuenca mediterránea y penetra por los valles de Oriente Medio y el piedemonte meridional del Himalaya, hasta llegar al extremo Figura 2. Distribución potencial global de Xylella fastidiosa. Fuente: Elaboración propia.