Aportación personal En mi humilde aportación en este momento de mi vida, pe- leo con fuerza en tres frentes: • En la continuidad de la casa de labranza de mi familia, demostrando que se puede duplicar el salario mínimo interprofesional con 30 horas a la semana, y con menos de 20 ha de terreno; pongo el ejemplo de la finca a 'A Froilana': 550 m2, 15 manzanos, 1.800 kg de manzana ecológica, 1 €/m2/año. Realizando una Tesis Doctoral, en la que se estu- dia la satisfacción de trabajar en el medio rural. Lo hago de la mano de la Universidad de Santia- go de Compostela, en el programa 'De gestión sostenible de la tierra y del territorio', y con el gru- po Galabra de investigación. Espero pronto poder aportar resultados útiles. • Desde una labor institucional al frente del Cole- gio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Lugo, impulsando un programa que iniciará su andadura antes del verano, y que consiste, esen- cialmente, en conectar a labradores con casas de labranza sin continuidad con estudiantes univer- sitarios que no les importe asumir esta realidad. Se llamará 'aterra'. Marcos Vázquez Marey. JÓVENES 46 Citaré tres casos de campesinas bien separadas en nuestro terri- torio español, pero que sin conocerse, están en lo mismo, vivir del campo, vivir en el campo y servir de ejemplo: son Marta García, de la ganadería Val del Mazo, en Valle de Soba (Cantabria); Paola del Castillo, de Tarifa (Cádiz), o Ermitas Rodríguez, de Beealia, en Meira (Lugo). Estas labradoras, que repito, ni se conocen, tienen algo en común, mucha capacidad, formación y talento para desarrollar su proyecto en contacto con la tierra. Cito personas en concreto, para resaltar la importancia de que siempre el campo estuvo poblado con la mejor gente, pese a que se popularizó lo contrario, llegando a designar al labriego/a como paleto... Este tópico hizo mucho daño, porque era totalmente falso, dicho por estudiosos del tema (cítese a Lourenzo Fernández Prieto, de la Universidad de Santiago de Compostela), no es que se quedara la gente que no valía para otra cosa, es justo lo contrario, se quedó la que tenía capacidad para hacerlo, y está demostrado científicamente. Hoy, afortunadamente, las cosas son distintas, y aunque la compe- titividad es atroz, tenemos más recursos que las generaciones que nos precedieron, y el acceso a la información y formación es razo- nablemente más democrático. Aún así, me atrevo a comparar a un buen labrador/a con el misterio de la Santísima Trinidad, puesto que éste/a, tiene que saber dar un tratamiento a una vaca, asistir un parto, aplicar un tratamiento a una tierra, reparar una máquina, saber comprar, saber vender, gestionar ayudas, soportar auditorías periódicas, arriesgar en cada campaña, etc. A mayores, formar su proyecto de vida en pareja le resultará tremendamente complejo salvo que la suerte le acompañe y se enamore de quien le acompañe en semejante misterio. Petición • A todos/as: que aportemos lo que esté en nuestra mano para poner en valor la vida en el campo; siempre hay algo que se puede hacer, a veces, incluso una palabra acertada, puede mover monta- ñas. No desistamos en el intento. • A los técnicos: humildad, ejemplo y flexibilidad. • A cualquiera que le guste el trabajo en el campo: que busque a una persona que tenga una explotación a punto de cerrar y que no tenga relevo. Me brindo a ayudar, que me llame a cualquier hora. • A los políticos: que olviden la política de voto ya, no podemos seguir así. • A la prensa: que diga la verdad aunque sea incómoda, que la bus- que con fuerza. Espero no haber molestado a nadie con estas palabras, pero sí provocar lo suficiente para hacer pensar y crear opinión. El campo necesita gente, es cosa de todos/as.• "Vale máis unha terra con árbores nos montes, ca un Estado con ouro nos bancos" / "Vale más una tierra con árboles en los montes, que un Estado con oro en los bancos" D.A. Castelao.