OLIVAR Aunque según estudios recientes, el potencial productivo no depende tanto de la orientación como se pensaba, la mejor inso- lación la reciben los olivos si se plantan con orientación Norte-Sur, pero dependiendo de la orografía de la parcela y de la forma de la misma, se elegirá la orientación definitiva. La plantación del olivar en seto es similar a la plantación del olivar tradicional, variando solo el marco de plantación. En cuanto a la época, el mejor tiempo es otoño si es de secano, para que llegue al verano con el mayor tamaño posible y siempre y cuando en la zona no sea limitante el frío, en cuyo caso será mejor plantar en prima- vera, una vez pasado el riesgo de helada. De manera generalizada, serán necesario aparte de la planta, tuto- res y protectores. Para la elección de la planta, además de buscar una planta certificada con garantías sanitarias, es importante conocer el formato en el que se presenta y el tipo de embalaje en el que será servida, así como la altura mínima que tendrá, que será determinante para la forma de realizar la plantación, podas inicia- les y para la correcta elección del tipo de protector. La plantación se puede realizar a mano o con máquina plantadora, dependiendo la elección, entre otros factores, del tamaño de la explotación, disponibilidad de empresas de servicio cercanas con máquina plantadora, disponibilidad de mano de obra cualificada, etc. Independientemente de esto y de manera generalizada, pode- mos recomendar que en plantaciones de menos de 10 ha lo normal es que interese más realizarla de forma manual. En cualquiera de los casos, la profundidad recomendada será aproximadamente la altura del cepellón más 10 -15 cm, siendo muy importante que no quede turba fuera de la tierra en ningún caso y que el terreno quede bien compactado alrededor de la planta. Para finalizar se clavará el tutor junto a la planta a una profundidad de entre 40 – 50 cm, realizándose posteriormente el atado y por último la coloca- ción de los protectores. Justo después de la plantación, salvo que haya lluvia inmediata, se debe realizar un riego de asentamiento. El tiempo de riego será muy variable según las condiciones del terreno, pero asegurando que se unan los bulbos húmedos y se llegue a todas las plantas. Poda Respecto al manejo del cultivo, decir que es fácil. En el caso de la poda, por ejemplo, que es la labor más importante, tenemos una poda parcialmente mecanizada y la parte que hay que hacer de forma manual es muy intuitiva, por lo que no requiere personal cualificado. Desde que se realiza la plantación hasta que el olivar entra en pro- ducción aproximadamente, a los dos años de la plantación, según fechas de plantación y tamaños de la planta, es necesario realizar algunas labores de guiado y mantenimiento de la explotación, que, si bien no son difíciles, si es necesario conocerlas para maximizar el rendimiento futuro. En primer lugar, tendremos que decidir el tipo de formación que vamos a seguir, que dependerá del tipo de planta de que dispone- mos y condicionará el manejo futuro. Respecto a esto decir que, la formación del olivar en seto ha expe- rimentado una rápida evolución en los últimos años, fruto de la observación e inquietud de técnicos y agricultores. En la actuali- dad la tendencia generalizada es a la búsqueda de la denominada formación en falsa palmeta, potenciando el crecimiento de ramas laterales, que van en el sentido de la plantación, con lo cual dismi- nuimos la dominancia apical. Con el empleo de tutores de menor altura, que nos permiten realizar podas mecánicas antes. Con ello además de reducir la altura del olivo, se consigue un mayor grosor del tronco, plantas mas fuertes y se potencian las ramificaciones laterales y realizar la poda mecánica antes. Lo primero que se debe de tener en cuenta es la realización de la poda de formación, de manera generalizada en cualquier intervención hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales, mantener la planta libre de ramificaciones laterales en los primeros 60 cm y no eliminar nunca más de 1/3 de la altura de la vegetación más 40 cm. En cuanto al número de podas a realizar, dependerá principalmente del tamaño del olivo en el momento de la plantación. Así, en el caso de haber empleado planta pequeña, de menos de 40 cm será necesario realizar al menos dos intervenciones de poda durante el 7