46 La innovación en el campo puede partir de muchas cosas. Muchas veces es una idea y otras es algo que se observa. Hoy empieza a ser común que las empresas brinden la opción a los agricultores de informarse y gestionar a través de una app o panel. Pero en ocasiones resulta contradictorio, ya que algunas de ellas todavía no se han transformado digitalmente. Sin duda, estamos ante un escenario muy interesante. Una nueva revolución agroin- dustrial nos espera. A veces, el mercado no da una respuesta lógica y ahí es donde surgen las posibilidades de crear nuevas oportunidades de negocio agtech. Sumarse a la evolución digital Existe una urgente necesidad de todo el sector agroalimentario, de todos sus intervinientes, de unirse a la evolución digital. Estamos en medio de un proceso disruptivo de la producción agroalimentaria, similar a la ‘revolución verde’ o al movimiento que generó la incor- poración masiva de la semilla genéticamente modificada en los años 80 y 90. La digitalización en el agro ha cambiado las reglas del juego de las explotaciones agrícolas, de forma rápida, convirtiéndolas en más competitivas y sostenibles. Ha incrementado el uso eficiente de los recursos y potenciado su productividad. Aquellos elementos que son relevantes para la actividad agrícola, los procesos, la maquinaria agrícola aplicada y otros sistemas involucrados en la producción agroalimentaria, son factibles de digi- talizar e interconectar. Todo tiene un objetivo. Obtener información de utilidad para con- seguir una visión macro e integral de los procesos, lograr un mejor conocimiento de situación, para aumentar la sostenibilidad de la explotación y la eficiencia de sus cultivos. Aunque hay un punto por parte del agricultor que debe valorarse. El punto de eficiencia de su actividad agropecuaria. Tienen que ser capaces de producir lo que el mercado demanda, de manera sostenible. Y así, consolidar el valor agregado de sus productos, evitando pérdidas en rentabilidad y proyectando su supervivencia. El futuro de su actividad. Es clave introducir en el plan de inversión anual de cada estable- cimiento la incorporación de tecnología agrícola. Hoy, podríamos decir que ya es un elemento obligatorio para garantizar y optimizar la productividad agrícola, la producción de alimentos. Hasta aquí, queda clara la importancia de formar al agricultor y sumarse a la evolución digital. Ahora avancemos un poco más y piense por un segundo como tomas las decisiones en tu día a día. ¿Piloto automático o transformación digital? Si nos ponemos a analizar, un agricultor debe tomar aproximada- mente unas cincuenta decisiones estratégicas por cada cultivo que pone en marcha. ¿Alguna vez se ha preguntado cuántas decisiones tomas por día en tu campo? Realmente es prácticamente imposible determinar el número exacto, porque tomamos miles aunque no seamos conscientes de ello. Una gran parte las realizamos de forma inconsciente, como poner en marcha el tractor. En este caso es nuestro cerebro el que