El cadmio, capítulo aparte Uno de los caballos de batalla de las negociaciones de este reglamento durante estos últimos años ha sido la reduc- ción de niveles de cadmio en los abonos fosfatados. En una primera fase de las negociaciones se propuso reducir el límite de cadmio a 60 partes por millón (60 miligramos de cadmio por kilo de fósforo) y, progresivamente, llevarlo a 40 mg/kg en tres años, y a 20 kg/mg nueve años después. Una medida sin un análisis científico riguroso que hubiese supuesto la no disponibilidad de los fosfatos provenientes del norte de África (Marruecos y Argelia, principalmente) con yacimientos con más volumen y más cercanos a España y la total dependencia de Rusia, ya que se hubiese con- vertido en la única fuente posible de abastecimiento de roca fosfórica con bajo contenido en cadmio. Ello hizo que la industria europea, a través de Fertilizers Europe, elevase su queja, de la que se hicieron eco los agricultores europeos a través del COPA-COGECA, que hubiesen sido quienes, a la postre, hubiesen pagado el sobrecoste originado. Tras intensos debates entre las tres instituciones europeas, con posiciones muy claras y diferentes, se ha conseguido llegar a un acuerdo en torno al asunto del cadmio, estableciéndose finalmente un límite único de 60 mg Cd/kg P2O5, que se deberá cumplir después del período de transición de 3 años para la aplicación del Reglamento. “España ha de- fendido siempre la ausencia de problemas con el cadmio en nuestro país, debido a su escaso contenido en los suelos agrícolas españoles, a la naturaleza de los mismos y a la climatología, avalado todo ello por estudios científicos. El sector español de fertilizantes, representado por ANFFE, ha defendido siempre el establecimiento de un límite con el cual no existía ningún problema para la salud o el medio ambiente y con el que se garantizaba al mismo tiempo la fabricación de fertilizantes con fósforo”, destacan desde la industria. Por otro lado, se ha previsto en el Reglamento que, tras siete años desde su publicación, la Comisión haga un estudio para revisar y analizar la viabilidad de las medidas sobre el cadmio, con el fin de evaluar una posible reducción del límite al contenido de cadmio en los fertilizantes. FERTILIZANTES 28 no se exija que se demuestre la eficacia agronómica de los produc- tos antes de su comercialización: “Si además tenemos en cuenta que no se declarará el origen de las materias primas ni los procesos de fabricación, será difícil poder valorar de manera adecuada la validez agronómica de algunos productos”, añaden. También han seguido muy de cerca las negociaciones por parte de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA) que reúne a 54 empresas fabricantes de fertilizantes, productos especiales y agronutricionales. Recalcan que sigue faltando mucho camino que recorrer en el sector y que este reglamento no satisface las necesidades de los fabricantes de fertilizantes. Aplauden, eso sí, contar con una legislación más avanzada que contemple productos que hoy en día no tienen lugar en la regulación, como son los bio- estimulantes, y que fomente la sostenibilidad: “Incluir el término ‘bioestimulante’ y su definición es un hecho muy importante, puesto