Líneas de maíz y restos vegetales en superficie de los cultivos cubierta sembrados en el periodo otoño- invierno. Ensayo de cultivos cubierta de larga duración también en Finca La Chimenea (Fotos: www.upm.es). El proyecto ha sido financiado por distintos Planes Nacionales del Ministerio de Economía y Compe- titividad (AGL2008- 00163/AGR, AGL2011-24732, AGL2014-52310-R). • García-González, I., Hontoria, C., Gabriel, J. L., Alon- so-Ayuso, M., Quemada, M. (2018). Cover crops to mitigate soil degradation and enhance soil functio- nality in irrigated land. Geoderma, 322, 81-88. DOI:10.1016/j.geoderma.2018.02.024. • García-González, I., Hontoria, C., Gabriel, J. L., Alon- so-Ayuso, M., Quemada, M. (2018). Data suppor- ting the cover crops benefits related to soil functio- nality in a 10-year cropping system. Data in Brief, 18, 1327-1333. DOI: 10.1016/j.dib.2018.04.029. INVESTIGACIÓN 46 El ensayo se dividió en 12 parcelas en las que en otoño se distri- buyeron tres tratamientos distintos: dos cultivos cubierta, cebada (gramínea) y veza (leguminosa) y un suelo desnudo a modo de con- trol. En primavera se aplicaba un herbicida de contacto (glifosato) para la terminación de los cultivos cubierta y, a continuación, se sembraba el maíz que se regaba durante los meses de verano. Después de recabarse datos durante diez años, Irene García González, miembro del grupo CASAM y una de las investigado- ras que han participado en este estudio, ha observado "cómo el aumento continuado de la biomasa aérea, proveniente de los culti- vos cubierta y restos del cultivo de maíz, condujo a un aumento de las entradas de carbono y nitrógeno que no se llegaban a perder con el cambio a mínimo laboreo”. También se observó un aumento del carbono orgánico y del nitró- geno en el suelo, especialmente en los primeros centímetros del mismo. Este aumento del contenido de carbono contribuyó al aumento de la estabilidad de agregados del suelo y, además, a una mejora en la infiltración del agua en el suelo, más notable en las par- celas en las que se usó la cebada como cultivo cubierta. Un estudio a cuatro metros de profundidad permitió analizar más en detalle la distribución de nitrógeno en capas más profundas del suelo. Se observaron menores niveles de este elemento en las par- celas con cebada, lo cual permite deducir la importancia de las raíces para capturar ese nitrógeno residual en comparación con parcelas con suelo desnudo. Conclusión Como resultado de la sustitución del barbecho por cultivos cubier- tas se consiguió mejorar la calidad de un suelo muy degradado por el constante laboreo tradicional. Con esto se ha conseguido un aumento del contenido en materia orgánica con el consiguiente aumento de nutrientes como el nitrógeno y el carbono orgánico en el suelo. Especialmente en el tratamiento que tenía la cebada como cultivo cubierta se mejoró la estabilidad del suelo, así como la infiltración del agua, consiguiendo a su vez que esa agua estu- viera limpia de contaminantes para el abastecimiento de acuíferos subterráneos. "Este tipo de investigaciones hace posible mejorar los sistemas agrícolas en zonas de regadío bajo un clima tan peculiar como el Mediterráneo, con inviernos fríos y veranos muy secos. Los datos recogidos durante estos diez años han permitido comprender mejor los beneficios obtenidos tras la incorporación de cultivos cubierta y también por el cambio del laboreo", finaliza Miguel Quemada, inves- tigador principal del grupo AgSystems.•