Quínoa (Chenopodium quinoa). Es un cultivo andino que se cree fue domesticado a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar en el interior del lago Titicaca. Su diversidad se asocia con cinco ecotipos o grupos de cultivares principales: altiplano (Perú y Bolivia), valles interandinos (Colombia, Ecuador y Perú), salare (Bolivia, Chile y Argentina), yunga (Bolivia) y costa (Chile). El germoplasma exis- tente en cada ecotipo y los subcentros de diversidad se asume que ha descendido de un grupo central de cultivares locales domestica- das en el lago Titicaca (Risi y Galwey, 1984). Sin embargo, desde el punto de vista genético, estudios recientes afirman que existen dos acervos genéticos de germoplasma, a saber, el acervo andino y el central-sur de Chile (Jellen et al., 2011), siendo probablemente su grado de sensibilidad al fotoperiodo el factor más destacado que caracteriza a cada grupo. La pérdida de biodiversidad de la quínoa fue, entre otros factores, el resultado de más de 400 años de abandono del cultivo y la estig- matización cultural como alimento de las comunidades indígenas, después de la conquista española de América (Cusack, 1984). Su potencial fue redescubierto durante la segunda mitad del siglo XX y desde entonces, el número de países que cultivan quínoa ha pasado de 6 a 13, cifra a la que se suman otros 23 países que están en el proceso de experimentación previa a su producción comer- cial. Los bancos de germoplasma en la región andina conservan más del 88% de las accesiones del cultivo. A pesar de esta diversidad, actualmente el mercado se abastece de un pequeño número de variedades locales, lo que significa que el potencial genético de este cultivo está infrautilizado. CEREAL/LEGUMINOSAS 37