variedad 'Manzanilla de Sevilla', tratando de establecer las dosis y momentos óptimos de aplicación de potasio en fertirrigación. Los resultados obtenidos (Figura 5) mostraron una rápida respuesta productiva, frente al testigo no abonado, de este tipo de aplica- ciones para todas las dosis de abonado estudiadas. En este caso, la dosis óptima propuesta (equivalente a 12,1 g K2O/kg de aceituna) ha conseguido un incremento medio de cosecha del 24%, equi- valente a 1.248 kg/ha y año. La aplicación de la mitad de la dosis propuesta ha supuesto un incremento productivo respecto al con- trol no abonado. Dosis superiores de potasio no han conseguido mejorar las producciones respecto a la dosis óptima. Conviene destacar que los datos anteriores corresponden a olivar de aceituna de mesa, en el que la recolección se realiza a nales de septiembre o principios de octubre. Las aceitunas en ese momento no han completado el proceso de maduración y formación de aceite, por lo que el consumo de potasio por parte del fruto no es tan elevado como en olivar de almazara. En tipo de olivar, conside- ramos que la dosis óptima de potasio puede oscilar entre 15 y 18 g K2O/kg. Otros elementos A la hora de realizar el programa de fertilización para el resto de macronutrientes (Ca, Mg y S), como primera aproximación, es importante atenerse a los resultados de los análisis foliares, tomando en general la decisión de aportarlos solamente cuando el nivel de estos nutrientes en hoja esté por debajo del adecuado. El agua de riego y el suelo suelen cubrir con creces, en una amplia mayoría de situaciones, las necesidades del cultivo. Dentro de los elementos denominados micronutrientes (Zn, Mn, Fe, B, Mo, Cu), merece una mención especial el caso del hierro (Fe), ya que su carencia es frecuente en algunas zonas del olivar andaluz, en particular en olivares cultivados sobre suelos muy calizos o en los regados con aguas con altas concentraciones de bicarbonatos. La sintomatología de esta carencia, clorosis férrica, es muy espe- cí ca y se produce porque en estos suelos el Fe se encuentra en formas no asimilables para la planta, agravándose el problema por el exceso del ión bicarbonato en el sistema agua-suelo-planta. El análisis foliar no es e caz para diagnosticar la de ciencia en hierro, ya que es frecuente la acumulación de formas insolubles de hierro en hojas cloróticas debido a la escasa movilidad del Fe en la planta. Por tanto el diagnóstico de esta carencia deberá rea- lizarla una persona experta en función de los síntomas visuales, o mediante medidas del contenido en cloro la en hojas o en su defecto mediante determinaciones del índice SPAD. Las aplicaciones foliares con compuestos de hierro proporcionan unos resultados poco satisfactorios en general, debido a que son muy poco persistentes en el tiempo (descomposición por la luz), exigiendo continuas aplicaciones para mantener el árbol perma- nentemente verde, por lo que no son en general recomendables. Para la rápida y e ciente corrección de la clorosis férrica se reco- mienda en empleo de quelatos de hierro o, o Fe-EDDHA aplicados en fertirrigación, en olivar de regadío, o inyectados al tronco o al suelo en las proximidades del tronco, en olivar de secano.• 37 OLIVAR Agradecimientos A los Hermanos Millán Tarradas y a Carlos Montijano agradecer su colaboración en permitir realizar los tra- bajos de experimentación en sus ncas. Ensayo inclui- do en el Proyecto Transforma Olivar, nanciado por el FEDER en un 80% y por fondos propios del IFAPA. Cabezal de ltrado instalado en parcela de olivar joven equipado con tanques de almacenamiento de soluciones líquidas y bomba inyectora hidráulica.