VIÑA La producción del viñedo fue muy variable entre campañas y en general las diferentes orientaciones no provocaron diferencias productivas (Tabla 2). Ni el número de racimos por cepa, ni el peso medio del racimo se vio afectado por los tratamientos estudiados. No obstante, el peso medio de baya sí tendió a incrementarse por efecto de la orientación EO en ambas variedades. Este efecto podría deberse a la ligera mejora en estado hídrico experimentada por las cepas orientadas al EO (resultados no mostrados). A pesar de que las diferencias de producción entre orientaciones fueron leves, en algunas campañas, la productividad del agua, determinada como el cociente entre los kilos de uva producida y el agua consumida, sí resultó signi cativamente mayor en la orienta- ción EO que en la NS. La orientación de las las del viñedo afectó signi cativamente a la composición de la uva de vendimia (Tabla 3). No obstante, el con- tenido en SST no tuvo una respuesta coherente entre campañas. La acidez total (AT) tendió a incrementarse por efecto de la orien- tación NS en Verdejo, no así en Bobal. En general el pH fue poco afectado por los tratamientos en ambas variedades. La composición polifenólica de las uvas de la variedad Bobal no di rió entre orientaciones en dos de los tres años. Sin embargo, en 2015, la orientación EO redujo el contenido en antocianos y poli- fenoles totales. Conclusiones La orientación de las las de espalderas del viñedo en dirección este-oeste redujo el uso del agua tanto en Bobal como en Verdejo. En ambas variedades, los consumos de agua relativos al área foliar de las cepas fueron un 18% menores en la EO que en la NS. Esto conllevó una mayor e ciencia en el uso del agua en términos productivos de las cepas EO, sin efectos de consideración en la composición de la uva. Por tanto, en condiciones de radiación solar de clima mediterrá- neo y de escasez de recursos hídricos, la orientación de las las del viñedo en dirección EO es una posible estrategia para la opti- mización del uso del agua en escenarios de cambio climático. No obstante, es necesario con rmar estos resultados en condiciones de campo antes de poder ser recomendados a escala comercial.• 13 Agradecimientos Agradecer la nanciación del ensayo por el proyecto MINECO-FEDER Sostgrape AGL2014-54201-C4-4-R. Referencias • Baeza, P., Sánchez-De-Miguel, P. and Lissarrague, J. R. (2010). Radiation Balance in Vineyards. Methodologies and Results in Grapevine Research, Chaper II. S. Delrot, H. Medrano, E. Or, L. Bavaresco and S. Grando. Dordrecht, Springer Netherlands: 21-29. • Campos, I., Neale, C. M. U. and Calera, A. (2017). Is row orientation a determinant factor for radiation interception in row vineyards? Australian Journal of Grape and Wine Research 23(1): 77-86. • Intrieri, C., Poni, S., Rebucci, B. and Magnanini, E. (1998). Row orientation e ects on whole-canopy gas exchange ofpotted and eld-grown grapevines. Vitis 37(4): 147-154. • IPCC, 2014: Climate Change 2014; Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Part A: Global and Sectoral Aspects. Contribution of Working Group II to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. • Poni, S., Magnanini, E. and Bernizzoni, F. (2003). Degree of correlation between total light interception and whole-canopy net CO2 exchange rate in two grapevine growth systems. Australian Journal of Grape and Wine Research 9(1): 2-11. • Williams, L. E. and Ayars, J. E. (2005). Grapevine water use and the crop coe cient are linear functions of the shaded area measured beneath the canopy. Agricultural and Forest Meteorology 132(3–4): 201-211.